Qatar insistió en que "no hay pruebas" de que se pagaran sobornos en la votación del Mundial de 2022, después de que el principal testigo en el juicio por el escándalo FIFAGate asegurara que tres antiguos dirigentes recibieron un U$D1.000.000 cada uno por su apoyo a la candidatura.

"Todo son habladurías y no hay pruebas", señaló el secretario general del comité organizador de Qatar 2022, Hassan al Thawadi, a la edición de hoy del diario "The Gulf Times". "La investigación no tiene nada que ver con la Copa del mundo. No somos parte de ella".

El argentino Alejandro Burzaco, el principal testigo del juicio que se está celebrando en Nueva York como ex CEO de la empresa Torneos y Competencias (TyC), dijo la semana pasada que Jose Maria Marin, Manuel Burga y Juan Ángel Napout, todos ex dirigentes de la FIFA, recibieron cada uno U$D1.000.000 por votar a favor de Qatar 2022. "Apelaremos contra cualquier decisión que se tome, es tan simple como eso", dijo Al Thawadi.

El Gobierno de Estados Unidos analizó más de dos millones de documentos entre 2000 y 2015 relacionados con la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL), la principal organización que está bajo la lupa en el FIFAGate.

Qatar fue elegida como sede del Mundial de fútbol 2022 en una polémica votación celebrada en diciembre de 2010 en la que Rusia se quedó con la edición de 2018.