El Gobierno de Qatar y la Federación Qatarí de Fútbol trabajan en un agresivo programa de publicidad y propaganda para demostrar el éxito, en cantidad de público y en organización, de la Copa del Mundo que se desarrolla allí desde el 20 de noviembre pasado y que finalizará el próximo 18 de diciembre. 

Las calles de Doha hablan por sí solas: no están desiertas, pero la merca de público es notoria. El Souq Waqif se puede recorrer con algo más de tranquilidad, sin tantos banderazos ni hinchas de distintos países cruzándose en el tradicional mercado de la capital qatarí. 

La cantidad de espectadores tras el final de la primera fase, lo cual significan 16 selecciones menos en competencia, retumbó en proporciones iguales en la cantidad de gente que disfruta de Qatar. Para graficar, la situación cabe destacar que la circulación en transporte público y en los estadios es la mitad con respecto a las previsiones que tenía el gobierno qatarí. 

Esta baja significativa en la cantidad de espectadores se debe, entre otros factores, al fuerte boicot encabezado por las federaciones europeas encabezadas por Dinamarca y Alemania que reclamaron airadamente y ante la mirada de millones de espectadores por el respeto de los derechos humanos de los trabajadores migrantes, las mujeres y las disidencias. 

Ante este panorama, el gobierno qatarí instó a todas las cadenas de televisión nacionales y regionales a comenzar un fuerte programa de promoción a la Copa del Mundo y mostrando grandes aglomeraciones de gente para contradecir lo que se palpa en las calles de Doha. En este punto cumplen un rol fundamental, viejos enemigos íntimos de Qatar, como Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos que se sumaron también a la propaganda de la cita mundialista. 

Cabe destacar que desde el 2 de diciembre, es posible ingresar a territorio qatarí sin reserva hotelera y sin entradas para los partidos. Estas flexibilizaciones se amplían a un más para los países que rodean y conforman el Golfo Pérsico. 

Por otra parte, la organización pone todas sus fichas en Marruecos, la única selección de raíces musulmanas que aún queda en competencia y que arrastra gran cantidad de público en cada una de sus presentaciones. Tal es el caso, que el gobierno qatarí trabaja junto a la corona marroquí para promocionar y ofertar vuelos que conecten la capital de Marruecos con Qatar.