El caso que escandaliza a Gran Bretaña y a toda Europa, que tiene a la Premier League contra el Manchester City, tiene un largo recorrido por delante previo a una resolución definitiva. Se hablan de meses o quizás un año, pero los que conocen cómo se mueve la Premier en estos casos, hablan de sanciones económicas y deportivas, aunque nadie se anima a plantear con firmeza el alcance total de las mismas.

Ante esto, el gobierno británico pondrá un sistema de control a los clubes de la Premier: crearán un ente regulador ante las extrañas situaciones que se están viviendo en algunos clubes ingleses.

Los políticos consideran excesivo el gasto de los equipos, el poco control que existe sobre los propietarios de los clubes y no gusta para nada la presencia de capital saudí en suelo británico. Además, el gobierno inglés fue de los que se pronunció abiertamente en contra de la Superliga, siendo de los más activos al anunciar posibles sanciones a los equipos que se sumaran a ella. 

Este caso, explican desde Inglaterra, plantea la necesidad de la Premier League de demostrar al gobierno que se aplican las normas y que se sanciona si el mismo lo amerita

Por su parte, la UEFA sigue expectante y vigilante de todo lo que pueda suceder, diez años después de que el club inglés fuera investigado por primera vez. El Fair Play Financiero fue modificado y el Manchester City, PSG y Chelsea especialmente, tendrán la lupa sobre ellos de cara a la temporada que viene en junio y julio de 2023, cuando soliciten la licencia para participar en sus competiciones.