Gerard Piqué siempre es protagonista, más allá si el rol es empresarial o como futbolista. Al central le quedan dos años más de contrato y la Dirección Deportiva querría que dejara el Barcelona este verano. El entrenador ha mantenido una reunión con el futbolista en la que le ha expresado que ya no será titular la próxima temporada y que su rol en el equipo ha cambiado.

Más allá de esto, el jugador no dejará el Barcelona. El futbolista tiene la intención de seguir y no está dispuesto a dejar el club a pesar de que no vaya a ser titular indiscutible y al menos seguir un año más.

El problema con Piqué es económico y no tanto deportivo. Hay quienes dicen que su contrato, durante este año, superará ampliamente los 40 millones de euros, complicando el margen que tenga el club culé para fichar jugadores y ampliar su masa salarial para el primer equipo. Con su salida, esto se modificaría notablemente.

Además, Piqué ya redujo su contrato pero el club insistirá para que tanto él, Busquets y Alba, los tres con una gran ficha, cedan parte de su salario con el fin de aligerar la masa salarial.

La mayor duda a nivel deportivo es el tema de las lesiones. En las dos últimas temporadas, el futbolista se ha perdido 31 partidos de Liga al no estar disponible para el técnico por lesión. Son muchos partidos y ese es el temor en la Dirección Deportiva: el sueldo más caro, perdiéndose tantos partidos por lesión, no sería negocio para el FC Barcelona.