Se conocen de memoria. En la cancha y fuera de ella. Por eso, Neymar estuvo en la fiesta por el casamiento de Messi. Por eso, Messi lo encuentra siempre que lo busca dentro de la cancha. 
Este amor sudamericano que tiene un tercero en discordia llamado Luis Suárez se forjó en Barcelona, lugar al que llegó Neymar proveniente del Santos brasileño. Según el propio jugador brasileño dijo, “no digo que fuera difícil adaptarme al vestuario del Barça cuando llegué, pero el primer mes fue complicado. Era una situación exquisita, claro, porque cuando entrada y miraba hacia un lado ahí estaba Messi y en el otro Xavi... o Iniesta, o Piqué. Parecía que estuviera en un videojuego y en realidad los tenía a mi lado. Al principio yo tenía vergüenza de hablar con ellos. Son ídolos, son mis ídolos. Y yo era el recién llegado y muy joven”.
Para el final de la nota, el crack confesó que en su país le gustaría jugar en Flamengo. ¿Cómo tomarán esto los fans del Santos?