Con la idea que "a la distancia todos estamos conectados" empezó la Ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos. Un espectáculo de luces, fuegos artificiales, baile y la tecnología al servicio del acontecimiento con el que Japón busca acercar unos Juegos Olímpicos que serán los más "extraños" de la historia.

De hecho, la ceremonia, que contó con la presencia del Emperador de Japón, Naruhito y el presidente del COI, Thomas Bach, el presidente de Francia Emmauel Macron y la primera dama estadounidense Jill Biden, entre otros mil invitados, en el palco principal, es íntegramente a puertas cerradas.

Aunque no por eso con menos despliegue. Inmediatamente de un baile que intentó reflejar esta idea de conectados, se transportó la bandera de Japón y una cantante nipona, Misia, entonó el himno de ese país.

Luego llegó el momento más emotivo, con el minuto de silencio en homenaje de las víctimas del coronavirus. Fue a través del silencio y de una coreografía poderosa: "Por todos los que hemos perdidos, invitamos a todos alrededor del mundo, a un minuto de silencio", dijo la voz en off, en inglés y en japonés.

La ceremonia continúo con un segmento llamado “al ritmo de la tradición”, con la madera, elemento de la cultura del Japón, como eje. Hubo coreografía, música y el ingreso de los cinco anillos olímpicos, en cinco carrozas. La particularidad es que los anillos estaban realizados íntegramente en madera y fueron empujados al centro del estadio, hasta conformar el logo con los cinco anillos entrelazados.

Luego de este momento, se dio paso a un video que mostró momentos del olimpismo a lo largo de la historia y sirvió como introducción al desfile de las delegaciones, que empezó con Grecia, como en cada Juego Olímpico. 

La delegación argentina ocupó el 9no lugar en el desfile. Encabezados por Santiago Lange y Cecilia Carranza, los deportistas albicelestes coparon la escena en el Estadio Olímpico de Tokio y, también, dejaron ver su algarabía, y hubo cánticos y pogo, aún en plena pandemia. Por supuesto, todos con el tapabocas puesto, que no podía ocultar la emoción que se podía ver en los ojos de los atletas argentinos. 

Finalmente, tras más de 3 horas de ceremonia, que incluyó un extenso desfile, varios cuadros de bailes, mucho de luces, sonidos y fuegos de artificio, y una posta final de la llama que incluyó atletas históricos japoneses, médicos de ese país y hasta estudiantes brillantes, la tenista Naomí Osaka, la deportista japonesa más destacada de la actualidad, fue la encargada de encender la llama olímpica en el Estadio Nacional. ¡Empezaron los Juegos Olímpicos!