Pasan los años, pasan los jugadores y Lionel Messi sigue ganando premios. Así podría reescribirse la tradicional canción de cancha. Es que Messi se mantiene vigente a través de los años y, pese a ya tener 30 años, no deja de estar en la cima del fútbol Mundial. Como testimonio vale lo que sucede en España: el argentino ganó la cuarta bota de Oro de su carrera y alcanzó a Cristiano Ronaldo como máximo ganador del galardón.

Además de Messi y Suárez, estuvieron presentes en la ceremonia el presidente del FC Barcelona, Josep María Bartomeu, que sigue detrás del anuncio de la renovación de Lio con el Culé. También sus compañeros Sergio Busquets y Andrés Iniesta.

En la Antigua Fábrica de "Estrella Damn", en Cataluña, Lionel Messi recibió su cuarta 'Bota de Oro'  y no faltaron las fotos, el momento divertido cuando recibió el premio de su anterior dueño, el uruguayo Luis Suárez, compañero de equipo y amigo, la foto de la familia, con la bellísima Antonella Roccuzzo y Thiago, el hijo mayor de ambos.

Ya en el momento de hablar con la 'Bota de Oro' en sus manos, Messi destacó la ayuda de sus compañeros de equipo para conseguirla: "Los premios individuales vienen de la mano de lo colectivo. Tengo la suerte de conseguir estos premios, pero es de todos. Sin ellos no hubiese hecho los goles que hice", definió Messi. 

Messi, que marcó 37 goles la pasada temporada, reveló que "nunca me consideré un delantero" pero "Como crecí fuera del campo, también lo hice dentro. Fui mejorando y sumándole cosas a mi juego. Cada día disfruto más de ser jugador", definió.

Por último, Lionel también se refirió a su suplencia ante la Juventus, por Champions League. Y aunque blanqueó que no le gustó mucho, terminó por bancar la decisión que tomó Ernesto Valverde: "Siempre que voy al banco se arma revuelo. No suelo ir al banco, no me gusta estar fuera. Siempre me gusta participar y ayudar desde adentro. Pero también entiendo hoy que un año es largo y cada día hay que cuidarse más, porque la temporada cada vez más, va siendo muy duro", cerró.

Luego, una última tanda de fotos de rigor, con los directivos que le entregaron el premio, con su esposa e hijo mayor y con las cuatro botas de Oro que consiguió en su carrera. Ya avisó que quiere dos más, para que sigan siendo pares. Sí, Lio es insaciable.