Gareth Bale regresó con fuerza tras estar más de tres meses parado por una lesión en el sóleo pero en los últimos partidos, el galés volvió a ofrecer una imagen un tanto gris sobre el terreno de juego. Tanto es así, que Bale es, por el momento, el eslabón más débil de la famosa ‘BBC’ del conjunto madridista. El ‘expreso’ de Cardiff es el que menos minutos juega de todo el tridente.

Desde que Zidane llegó al banco madridista, el jugador británico solamente disputó completos un tercio de los partidos que jugó. Zizou lo puso como titular en 53 de los 62 encuentros que dirigió pero solamente completó los 90 minutos en 21 ocasiones, lo que supone un 33,9% de todos sus partidos y un 39,6% de todas sus alineaciones como titular.

Bale no es capaz de ser un futbolista constante en el juego; el jugador británico mezcló actuaciones sobresalientes en este curso con encuentros en los que apenas tuvo transcendencia alguna en el juego.

El galés sufre cuándo no tiene espacio para correr, cuándo no puede desarrollar su principal potencial: la carrera y la velocidad para hacer daño al rival. Además, el empecinamiento, tanto de Ancelotti como de Zidane, en colocarle en la banda derecha, hace que su fútbol sea todavía menos vistoso. Por todos esos motivos es que el Real Madrid habría tomado la decisión de vender al galés el próximo mercado de pases.