Kang-In Lee y Heung-Min Son, son los protagonistas de una historia que roza lo insólito. Según informa ‘The Sun’ ambos habrían protagonizado una fuerte discusión en la concentración de Corea del Sur pocas horas antes del partido de semifinales ante Jornadia, en el que terminarían perdiendo. 

La pelea se originó cuando algunos de los jugadores de la selección cenaron apurados para ponerse a jugar al ping-pong. 

El capitán de Corea del Sur, Heung-Min Son, desaprobó esa actitud de los jóvenes al considerar las comidas como un momento para fraternizar entre los integrantes del plantel y les pidió a los jóvenes que volvieran y se sentaran, pero reaccionaron con comentarios irrespetuosos, encabezados el mencionado Kang-In Lee, según desvela 'The Sun'. 

Se produjo un momento de tensión entre varios jugadores que tuvieron que ser separados. Son acabó con el dedo dislocado.

Kang-In Lee confirmó los hechos y pidió perdón en su perfil de instagram: "Estamos muy decepcionados por fallar a la afición, que siempre apoya a nuestra selección. Lo siento mucho. Debería haber estado a la altura y obedecido a mis compañeros, pero solo puedo lamentar haber mostrado esta mala versión de mí a los fans".