La escalada diplomática entre Reino Unido y Rusia por el ex espía ruso envenenado parece no tener tregua. Luego de la expulsión de 23 diplomáticos rusos de Londres y del intento de boicot a la Copa del Mundo, la política británica sigue subiendo la tensión.

El ministro de asuntos exteriores de Reino Unido, Boris Johnson, cree que Vladimir Putín hará del Mundial de Rusia su propia Olympia, una película propagandística nazi dirigida por Leni Riefenstahl, en la que se ensalzó la grandeza de la Alemanía de Hitler en los Juegos Olímpicos de Berlín de1936.

El parlamentario laborista Ian Austin pidió a Inglaterra que no asistiese a la cita mundialista: "Putin lo usará de la forma en que Hitler usó los Juegos Olímpicos de 1936", fueron sus palabras tras comentar lo anterior. Inmediatamente después el canciller Boris Johnson, lejos de reducir la polémica echó más leña al fuego: "Sí, creo que la comparación con 1936 es correcta. Es una perspectiva que da náuses que Putin se glorifique en este evento deportivo”.

Londres y Moscú están atravesando una severa crisis diplomática y política después de que el exdoble agente ruso Serguei Skripal y su hija Yulia, -de 66 y 33 años- fueran atacados con el agente neurotóxico Novichok en suelo británico. Ambos luchan por su vida en un hospital tras ser encontrados inconscientes el 4 de marzo en el banco de un parque cerca de un centro comercial de Salisbury. 

Ante la polémica los fans ingleses dieron las primeras señales en apoyo a su gobierno. La cantidad de entradas demandadas desde Inglaterra para el Mundial de Rusia cayó drásticamente. Según informes oficiales, en el Mundial de Brasil se habían vendido para esta época unos 94.000 tickets y por el momento sólo se compraron desde Reino Unido unos 24.000.