La ciudad de Oporto prepara un megaoperativo de seguridad de cara a la final de UEFA Champions League que se diputará esta tarde entre Manchester City y Chelsea. La intención es evitar posibles disturbios y situaciones de aglomeración por la segunda ola de coronavirus.

Portugal espera la llegada de 80 vuelos con un total de 12.000 fanáticos entre Ciudadanos y Blues, capacidad habilitada de público para una finalísima en tiempos de covid-19. La contienda se llevará a cabo desde las 16 en el estadio Dragao de Oporto.

Los aviones que traerán a los fanáticos arribarán en el aeropuerto Sá Carneiro y luego serán trasladados a destino. Serán llevados en función de sus colores, con el fin de que no se mezclen entre clubes. Las fuerzas de seguridad los trasladarán hasta la zona de

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Desde las diez horas (hora local), los aviones procedentes de Manchester y Londres van aterrizando en el aeropuerto Sá Carneiro y, una vez allí, los seguidores son conducidos en función del equipo al que sigan, con el fin de evitar que se mezclen los hinchas de ambos clubes.

Si el aficionado es el City, las fuerzas de seguridad lo conducen hasta la zona de la Alfándega. En tanto, los seguidores del conjunto londinense son trasladados a la zona céntrica de la avenida de los Aliados.

En los primeros vuelos los aficionados no hicieron problema, pero por la noche hubo algunos desbordes. Las mayores complicaciones tuvieron lugar en las zonas de La Ribeira -junto al río Duero-, ya que cientos de seguidores se agolpaban sin distanciamiento, entre cánticos y sin barbijo. Además del gran consumo de cerveza.