La situación sanitaria en Alemania viene mejorando en contraposición con varios países de Europa. Bajó considerablemente la tasa de mortalidad y ya se empieza a hablar de una flexibilización de la cuarentena para casos muy puntuales. El 4 de mayo los alumnos regresarían al colegio y se permitirían otras actividades.

Lo que hay que destacar es que en Alemania la cuarentena no tuvo la misma rigidez como es el caso de Argentina. Aquí siempre se pudo salir a caminar y realizar deportes, aunque los campos deportivos aún permanecen cerrados. También es destacable la cantidad de testeos que se hicieron que fueron más de 500 mil por semana. Es más, todos los ciudadanos tienen derecho de llamar a asistencia en caso de presentar síntomas que tengan concordancia con las manifestaciones del COVID-19.

Yendo a la situación futbolística, ya está en marcha el "plan retorno" a las competiciones. La Federación Alemana de Fútbol adquirió 26 mil kits para poder testear a los jugadores y estiman que en las nueve fechas restantes deberían hacer cerca de 20 mil testeos, es un 0-4 de lo que hace el país en una semana.

Dentro de ese plan para que vuelva el fútbol, tiene que haber una sucesión de pasos, entre ellos la elaboración de un protocolo. El Gobierno debería aprobarlo el 30 de abril y la Bundesliga podría empezar el 9 o 16 de mayo. Actualmente los equipos están entrenando desde el 6 de abril en pequeños grupos. Se llevan la ropa de la casa, no comen juntos y tampoco se bañan en el vestuario.

Yendo a la planificación de los partidos, se estima que habrá un máximo de 300 personas: Algunos periodistas, cuatro alcanzapelotas, la mínima cantidad de gente por equipos y no habría entrevistas post partidos.

¿Las concentraciones? El hotel donde se alberguen debería cerrarse para los equipo para evitar que tengan contacto con otra gente. Además, deberán evitar ascensores y las habitaciones tiene que estar a 21 grados y a 50% de humedad. 

No es menor la presencia del público. Según trascendidos, no podrían concluir espectadores por todo el 2020 ni tampoco aglomerarse en pubs o puntos de encuentros cercanos al estadio. El Gobierno y la Seguridad intentarán controlar esta situación de la misma manera que lo hicieron con la Oktoberfest, un evento que deja un saldo de aproximadamente €1.000 millones.

Otro de los temas a destacar, en todo el entramado del posible regreso al fútbol, son las sedes donde se disputarían los partidos de la Bundesliga. Se está hablando de jugar en los 36 estadios y respetar los principios federales del país y los clubes.  Pero un tema será el de los desplazamientos. Hay una regla que un árbitro del mismo lugar geográfico no puede dirigir a ese equipo. Ahora, eso no pasará por el tema de los desplazamientos. Durante todo el mes y medio que durará la Bundesliga, buscarán evitar los contactos al máximo. potenciar los cuidados y hasta poner penalidad de ser necesario.

 Lo concreto es que, además del reinicio para reanimar a los espectadores, los clubes tienen que cobrar los derechos de TV de estas 9 fechas. Si no se juega la temporada, casi un tercio de los equipos de Primera y Segunda División irían a la quiebra. La ventaja es que la economía no tuvo un freno tan abrupto. Además, el Gobierno asistió a los sectores productivos y necesitados con la base de las reservas para limitar despidos y disminución de la productividad, ingresos y consumo.


Christian Seifert, presidente de la DFL, dejó en claro que su postura está ligada a las indicaciones del Ministerio de Salud y las políticas gubernamentales. En ese sentido, Alemania es uno de los países más desarrollados del Continente en este aspecto. De hecho ya se están dando grandes avances no sólo en materia de prevención, sino también en recuperación.

¿Qué pasará con la UEFA y Champions League? La última petición de Aleksander Ceferin fue que las ligas locales intenten culminar la competición a fines de julio, y que agosto sea el mes para disputar la Champions y Europa League. El problema es que es difícil tomar decisiones en conjunto cuando todos los países tienen distintas situaciones, tanto favorables como desfavorables. Podríamos decir que la UEFA está más complicada que las ligas en sí. 

Los alemanes son una sociedad que pasaron dos Guerras Mundiales que dejaron el territorio devastado con una infinidad de muertos y destrucción del trabajo. Están más acostumbrados a caerse y levantarse y son mucho menos viscerales que nosotros. Esto no quita que estén preocupados, sobre todo las 56 mil familias que viven sólo de la Bundesliga, pero hay confianza en cómo está manejando la situación el gobierno alemán.

(*) Periodista. Corresponsal de Fox Sports en Alemania. Conductor del programa 'Das Liga Haus' y especialista en la Bundesliga.