La empresa que financiaba al Jiangsu FC anunció que cesan sus operaciones en China. De esta forma, se retira de la Superliga el último campeón de la edición. Ya 16 equipos desaparecieron el año pasado en las tres divisiones principales del país.

El vigente vencedor del torneo tenía como dueño de la propiedad al Suning Group, que a su vez es máximo accionista del Inter de Milan de Italia. El conglomerado empresarial notó una caída en los ingresos con la ausencia de público debido a la Covid-19 y el pasado mes de febrero. Su máximo accionista, Zhang Jindong, confirmó que la compañía recortaría los negocios no minoristas. Y pese a intentarlo, aún no encontró un demandante que pueda sufragar las deudas de £ 67 millones que tiene el club.

"En el contexto del problema, aún solucionable, del sector futbolístico donde las enormes inversiones no producen casi ningún retorno, la decisión de dejar de operar en el club es lógica", expresó a la agencia Reuters un representante de la compañía.

El fútbol chino también se tambalea ante la gran inversión empresarial de estos últimos años. Si bien el presidente Xi Jinping impulsó el aumento del rendimiento futbolístico del país mediante inversores locales, hoy en día estas empresas tienen que afrontar situaciones muy críticas económicamente.

Las nuevas políticas de la Asociación China de Fútbol (CFA) buscan que los clubes ganen independencia con respecto a las inversiones externas de capital. La normativa prohíbe la mención de empresas en los nombres fiscales de los clubes.

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Además, la liga instaló un tope salarial para la temporada 2021, que comenzará en abril. A los jugadores extranjeros se les puede pagar un máximo aproximado de £ 2,7 millones al año, para así evitar despropósitos como el sueldo de Carlos Tévez en su etapa en el Shanghai Shenhua.

"Ha llegado el momento del crecimiento salvaje, de respetar las leyes del fútbol, respetar las leyes del mercado, adherirse a la formación juvenil y trabajar a largo plazo", destacó uno de los federativos de la CFA.

China se propuso desarrollar a gran escala su futbol formativo para llegar con una plantilla de garantías al Mundial de 2026. Habrá que ver si los clubes podrán sobrevivir en la Superliga sin depender del dinero corporativo que reciban.

El fútbol argentino y el sudamericano veían al mercado chino como una suerte de salvación para las próximas décadas. De hecho una de las transferencias más importantes que cerró River en el mercado de pases fue de Juan Fernando Quintero. Los primeros problemas se manifestaron en un atraso en el pago de la primera cuota de jugador. Tras estas medidas, queda claro que dejará de ser un mercado fabuloso para el continente sudamericano, y que en realidad se trató más de un espejismo que de una realidad.