EL ofrecimiento había sido muy tentador. En la mesa que habían habitado siete integrantes, la semana pasada en un restaurante top de Madrid, quedaron flotando números. Muchos números. Y una nueva cita para esta semana. Finalmente ayer se produjo otro encuentro. Y el final fue el que esperaba media capital de España: el Cholo Simeone rechazó una oferta de un cheque en blanco por un contrato de 5 años de vigencia con el Inter de Italia. Los flamantes dueños del equipo neoazurro no lo pueden creer. Se tenían fe para revertir la negativa inicial del entrenador argentino.

¿Y entonces por qué tantas reuniones? Por respeto a una entidad que está muy vinculada a la carrera como futbolista del Cholo.Simeone sabe que tarde o temprano va a dirigir al Inter. Lo tiene registrado en su ADN. Tanto como cuando estaba en Estudiantes de La Plata y sabía que iba a terminar poniendo un pie en Europa primero y que después viajaría al Atlético de Madrid.

Ahora el argumento de la negativa fue llamativo pero real. Dicen quienes conocen íntimamente al Cholo que quiere seguir un año más en el banquillo del Atlético por un solo motivo: pretende dirigir a su equipo en el estadio nuevo. A fines de mayo próximo, el Atlético jugará su último encuentro de la historia en el Vicente Calderón. Luego de eso el viejo estadio será demolido. Y en agosto próximo, con el inicio de la nueva temporada de Liga, el Atlético hará de local en su flamante estadio, Wanda Metropolitano. Y Simeone le ve un valor histórico a ese momento.Después sí será tiempo de tomar otros rumbos. Aquellos que tengan a Milano como última parada de una carrera brillante como entrenador en el fútbol europeo. A veces, la plata no lo es todo... Por más que se hable de 55 millones de euros o de cheques en blanco.