Un nuevo caso de violencia en el fútbol invadió la tarde del viernes. En medio de una semana repleta de hechos en Sudamérica, con los equipos argentinos por la Copa Libertadores y Sudamericana, se sumó Inglaterra.

El vigente campeón de la Premier League, Manchester City, goleó 3-0 al recién ascendido Burnley con un doblete de Erling Haaland y el restante de Rodri. Sin embargo, cuando iba 1-0 sucedió la lamentable acción.

A los 25 minutos del primer tiempo, en una jugada disputada en uno de los corners, el futbolista Rico Lewis quedó en el suelo, cerca del banderín, asegurando haber recibido una infracción. Desde la tribuna, un hincha del conjunto ‘Vinotinto’ le arrojó con mucha violencia un encendedor, que impactó en la cabeza del defensor.

A pesar del dolor, la promesa inglesa continuó jugando el partido y fue reemplazado recién a los 78’. 

Luego del cotejo, Burnley realizó un descargo en sus redes sociales: "Estamos al tanto de un incidente que ocurrió en la primera mitad del partido en el que se arrojó un proyectil al jugador del Manchester City, Rico Lewis. Esto es inaceptable. El responsable ha sido identificado y retirado del suelo por la policía. Cualquier individuo declarado culpable de lanzar misiles dentro del estadio recibirá una orden de prohibición".