En poco más de dos semanas se cumplirá el primer aniversario de la invasión de tropas rusas a Ucrania desatando una guerra feroz en distintos puntos del país con un lamentable saldo de casi 50 mil vidas perdidas y un éxodo del pueblo ucraniano sin precedentes. 

Hace poco días, las autoridades del Comité Olímpico Internacional se reunieron para plantear la idea de volver a incluir a los atletas rusos y bielorrusos suspendidos apenas comenzó el conflicto bélico pensando en los Juegos Olímpicos de París 2024 y entendiendo que los deportistas no forman parte de la lucha armada ni mostraron su apoyo al régimen de Vladimir Putin.  

El COI advirtió que el posible regreso sería bajo "condiciones estrictas" de neutralidad, y solo para los atletas que "respeten plenamente la Carta Olímpica", con sanciones que incluyen la prohibición de los símbolos nacionales de Rusia y Bielorrusia.

El enfoque también ha sido defendido por Bach, quien insistió en que "no corresponde a los valores y la misión de la Carta Olímpica excluir a los atletas de su pasaporte" en una entrevista con la publicación alemana Der Spiegel .

En respuesta a esta situación, el líder ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, publicó un video en redes sociales y apuntó directamente contra Bach: “Hablé con él varias veces y nunca escuché cómo va a proteger los deportes de la propaganda de guerra si regresa a los atletas rusos a las competencias internacionales”.

Luego agregó: “No existe la neutralidad cuando se desarrolla una guerra como esta y sabemos con qué frecuencia los tiranos intentan utilizar los deportes para sus intereses ideológicos” para sentenciar: “Es obvio que cualquier bandera neutral de los atletas rusos está manchada de sangre”.

Bastante molesto por la situación declaró: "Los principios olímpicos y la guerra son fundamentalmente opuestos entre sí".