(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) La UEFA decidirá la próxima semana sobre una cuestión que mantiene en vilo al fútbol europeo y mundial: ¿es el Paris Saint-Germain limpio en sus gestiones?

No será una cuestión menor, ni mucho menos. A corto plazo, podría provocar un terremoto en el mercado. Y en el largo recorrido, un reajuste de las "reglas del juego" dentro de un deporte inflacionado en buena medida por la intervención intensiva de los jeques y los petrodólares durante al presente década.

La Liga española trasladó a la UEFA un informe hace un año en el que relató las supuestas "trampas" del PSG y de otros equipos para esquivar el famoso "fair-play financiero", una regla que nació en 2011 con el objetivo de "mejorar la salud económica de los clubes europeos".

Según la última modificación de la UEFA para la aplicación del juego limpio publicada en junio de 2015, los clubes solo pueden gastar hasta  5.000.000 más de lo que ingresan por un periodo de evaluación de tres años. La queja está en lo que el presidente de LaLiga, Javier Tebas, define como "Clubes-Estado".

"Hemos visto que el PSG y el Manchester City en los últimos cinco años han sido los clubes que más han invertido. Como en sus ingresos reales no se pueden justificar esas inversiones, han inventado patrocinadores ficticios, relacionados con los Estados, con cantidades que no corresponden al precio del mercado", relató el presidente de la patronal de clubes españoles al presentar su informe.

Eso es lo que está investigando la UEFA antes de elaborar un dictamen que hará público durante la próxima semana y en el que concretará si el PSG actuó con limpieza o hizo trampas.