El 16 de diciembre de 2023 el defensor de Luton, Tom Lockyer, quedó tendido en el suelo y se temió lo peor. El jugador, que estuvo tirado en el encuentro ante Bournemouth, abandonó el terreno de juego y pasó cinco días internado en el hospital.

“Ese día, fue simplemente un día normal lo que lo hace aún más preocupante porque me sentía completamente bien. Estaba corriendo hacia la mitad de cancha y empecé a marearme. Luego, me desperté con los paramédicos. He estado buscando respuestas desde entonces, pero no he podido. Pude ver que había pánico y estaba desorientado. No podía hablar ni moverme. Estaba tratando de entender lo que pasaba y recuerdo que pensé: ‘Podría estar muriendo aquí’. Fue un pensamiento surrealista no poder responder y sí ver el pánico”, aseguró el marcador en una entrevista concedida a Sky Sports.
 


Luego, agregó: "Dos minutos y 40 segundos estuve fuera. Necesité del desfibrilador para que me resucitara. Muchas gracias a los paramédicos y a los médicos del equipo involucrados, porque sin ellos no estaría yo aquí".

Además, contó que ya había tenido un antecedente parecido, aunque le encontró las diferencias: “También sucedió en mayo, pero supe al instante que esto era diferente. La última vez desperté casi de un sueño, esta vez desperté de la nada. Inmediatamente hubo un poco más de pánico por parte de los paramédicos, fisioterapeutas y médicos del club”.

Lo que pase de ahora en más será cuestión de su evolución y de lo que arrojen los estudios médicos. Por lo pronto, no sabe si podrá continuar con su carrera de futbolista: "Estaremos atentos a lo que indiquen los médicos y los especialistas, pero si hubiera una posibilidad de que pueda volver a jugar, y no voy a hacer nada en contra de las recomendaciones de ellos, entonces me encantaría. Es muy prematuro para decirlo, hay muchas más pruebas y cosas que deben suceder en segundo plano, pero no lo descartaría", cerró.
 

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