Christian Eriksen sufrió, el pasado 12 de junio en la Eurocopa, una descompensación en Dinamarca-Finlandia. Tras el episodio, fue intervenido quirúrgicamente para colocarse un desfibrilador automático. Sin embargo, este dispositivo le impide seguir jugando en el Inter, donde tiene contrato hasta el próximo año.

"No podemos aprobar plenamente que juegue en Italia. Si a este jugador le quitan el desfibrilador y un especialista demuestra que está bien, podrá jugar en el Inter", reconoció Francesco Braconaro, miembro del comité científico técnico de la Federación italiana, en diálogo con Radio KissKiss.

Cabe destacar que, en la Serie A, no se permite jugar con este tipo de dispositivos, tras comprobarse que un codazo o un choque con otro jugador podría causarle daños severos al aparato dentro del cuerpo.

Sin embargo, todavía no se confirmó que el volante deba usar el desfibrilador de manera permanente. Si esto sucede, deberá optar por emigrar de Italia hacia otra liga, donde se permita utilizar el dispositivo.