Entre el 2-8 ante el Bayern Múnich y el 1-4 ante PSG, pasó un tiempo. Un tiempo en que Lionel Messi envío un burófax para irse del club, llegó Ronald Koeman, se fue Luis Suárez, Messi se quedó, Bartoméu renunció, perdió el derby con el Real Madrid en Camp Nou y se filtró el contrato de Lionel...Ufff.

Y, en lo deportivo, el elenco del DT holandés marcha tercero en el torneo español, a 8 puntos del Atlético de Madrid, con un partido más. En la Copa del Rey perdió la ida de las semis 2-0 con el Sevilla y, en la Champions, lo visto ayer: 1-4 ante el PSG de Mbappé, Neymar y Di María, dos de los cuales no jugaron. Demasiado. 

Para colmo de males, no todo ronda alrededor de Lionel Messi, el club volvió a errar en la elección del conductor. Luego de que Quique Setién haya salido eyectado tras el 2-8 en Lisboa ante el Bayern Múnich, Koeman llegó con sus pergaminos a cuestas: el símbolo de la Primera Copa de Europa para el Barça y el DT de la muy buena Selección de Holanda. Pero, en Cataluña, no logró apuntalar su sello y, para colmo, tras el 1-4, se lo vio riendo con algún suplente del elenco francés y declaró que la serie, prácticamente, está sentenciada.

Adentro de la cancha, Gerard Piqué, que volvía después de tres meses, nunca pudo agarrar ni a Mbappé, ni a Icardi, ni a Kean. Tuvo un partido fatal y encima se insultó, a viva voz, con Antoine Griezmann, en una pelea que expuso que no reina la armonía en el vestuario Blaugrana. 

La salida de Josep María Bartomeu, que algunos pensaban que iba a descomprimir, no tuvo ese efecto. La filtración del contrato de Messi lo demostró y la batalla que se desató por sucederlo no le hizo bien al club, que irá a las urnas muy pronto para buscar un nuevo presidente con el que Messi estaba peleado a muerte. 

El rosarino quedó expuesto en otro gran partido, dónde hizo el gol y asistió a Dembelé para algo que podría haber sido el 2-0, pero otra vez la foto es él con la cabeza gacha. Como en Roma, en Liverpool y en Lisboa. Ayer, además, agregó muchos gestos de enojo, un cruce con Leandro Paredes y visibles gestos de fastidio. Claro, Messi sabe que la de ayer pudo haber sido su última noche de Champions en Barcelona y que su carrera ya no tiene tiempo para meses de "transición" o para seguir errando el camino. 

Con todo este mar de fondo y toda la sangre que hay en torno al escudo del Barcelona entre la sucesión del presidente y las discusiones del plantel, la pregunta es ¿qué hace Messi que ya no anunció que se va?

El argentino habló de su amor por el Blaugrana y, por es, es que no rompe a viva voz con el club. Lo cierto es que nada de lo que pidió en aquella entrevista dónde anunció que se quedaba se dio. No se armó un proyecto para pelear la Champions y, los girones del 2-8, no alcanzan, ni siquiera, para estar cerca de la punta en LaLiga y están a punto de tampoco alcanzar la Copa del Rey.

Así las cosas, Lionel parece estar viviendo su última temporada en Can Barça. Ni él ni su leyenda merecen irse en una temporada sin títulos y con esta imagen, pero, todo apunta a que sí será. En el vaso de Messi ya no entran más gotas y está colmado hace rato.