(De la redacción de DOBLE AMARILLA) “Las advertencias cuando son de los padres siempre tienen un efecto multiplicador”, con estas palabras desde el seno de Conmebol justificaron la advertencia que el propio Gianni Infantino le señaló a la delegación uruguaya por la demora en las reformas necesarias en el estatuto de la AUF.

Con un proceso dilatado y sin un viso de solución en el corto plazo, sumado a varias advertencias desde la propia Confederación Sudamericana de Fútbol, FIFA decidió tomar cartas en el asunto y durante el 68º Congreso de Conmebol se encargó de realizar dos mensajes claros, el último del propio presidente Infantino.

El primero llegó de forma letrada por parte del español Jorge Mowinckel que volvió a utilizar la palabras suspensión e intervención en su discurso para darle la relevancia necesaria a sus interlocutores uruguayos entre los que se destacaba el presidente Wilmar Valdez y el secretario Alejandro Balbi.

En marzo de 2013, y con Sebastián Bauzá como máxima autoridad de la AUF, ya la FIFA había enviado una delegación para iniciar el proceso de reforma estatutaria que adapte la carta magna del fútbol uruguayo a los nuevos estándares internacionales. Con un caso similar del otro lado del Río de la Plata en la AFA que terminó con una Comisión Regularizadora y una aprobación express de los estatutos, los clubes uruguayos no alcanzaron un acuerdo e ingresaron en el año mundialista sin cronograma para reformar el estatuto.

“Están jugando con fuego… y se van a quemar” fueron algunas de las palabras que empleó Mowinckel en la charla con la delegación uruguaya en Buenos Aires, pero la advertencia más fuerte llegó luego cuando el propio Gianni Infantino buscó interiorizarse del tema y le preguntó directamente a Wilmar Valdez.

Con Racing y Liverpool como los clubes más enérgicos en contra de la reforma y la situación del Tanque Sisley –renunció a competir en la primera división por falta de fondos a horas de comenzar el torneo- como temas a resolver, Wilmar Valdez intentó disuadir la inquisitoria. Sin embargo, DOBLE AMARILLA se comunicó con la delegación oriental que desestimó la injerencia directa del presidente sino que es el habitual diálogo con “la gente de FIFA para acomodar estas cuestiones estatutarias”

Pero el presidente de la FIFA fue claro en la necesidad de establecer un calendario de reforma antes del Mundial porque sino podría haber consecuencias que establece el estatuto de la máxima entidad del fútbol mundial.

A partir de estas advertencias, la delegación uruguaya cerró filas y prefirió el silencio para volver a Montevideo y buscar una salida. Incluso este viernes se lo vio a Wilmar Valdez muy golpeado en la reunión de la Comisión de Desarrollo, a la que llegó tarde que le valió perderse la foto protocolar y las palabras de apertura a cargo de Alejandro Domínguez.