El emir de Qatar, Tamin bin Hamad al Thani, aseguró este martes en la inauguración de la sesión anual del Consejo de la Shura: "Desde que obtuvimos el honor de albergar el Mundial, Catar se ha visto sometido a una campaña sin precedentes a la que ningún país anfitrión se ha enfrentado jamás".

Tras lo que agregó: "Inicialmente, tratamos el asunto con buena fe, e incluso consideramos algunas de las críticas como positivas y útiles para ayudarnos a desarrollarnos". 

A lo que sentenció: "Pero pronto nos quedó claro que la campaña tiende a continuar y expandirse para incluir invenciones y dobles raseros que fueron tan feroces que lamentablemente ha llevado a muchas personas a cuestionar las verdaderas razones y motivos detrás de esta campaña".

Las palabras de Tamin bin Hamad al Thani, llegan luego de un duro informe presentado por 'Amnistía Internacional' en el que detalla: "Migrantes procedentes de Bangladesh, India y Nepal que trabajan en la reforma del emblemático estadio Jalifa y  el ajardinado de las instalaciones deportivas y zonas verdes circundantes, la denominada “Aspire Zone”, están siendo explotados. Algunos son objeto de trabajo forzado. No pueden cambiar de trabajo, no pueden salir del país y suelen tener que esperar meses para cobrar sus salarios". 

Además en la jornada del lunes, la ONG, Human Rights Watch (HRW) denunció que las fuerzas de seguridad de Qatar arrestaron de manera arbitraria y maltrataron a personas LGBT que viven en ese país.

Cabe destacar que la homosexualidad está considerada como un delito en Qatar, país musulmán conservador. Tal es así que hasta los mismos futbolistas han puesto en duda que tanto atletas como espectadores se sientan seguros allí. La selección de Dinamarca utilizará una camiseta alternativa negra para expresar su desacuerdo con los abusos por parte del Gobierno qatarí.