El Pipita tuvo su noche de furia en un San Paolo más caliente que en la última erupción del Vesubio. Dos goles suyos le dieron la clasificación a la Juventus a la final de la Copa Italia pese a caer 3-2 en el encuentro de vuelta. La “serata” tuvo todo tipo de condimento explosivo e incluyó insultos de los tifosi, respuesta de Higuain, goles, blooper y la dedicatoria al presidente del Napoli, Antonio de Laurentis. 

Justamente esta dedicatoria no tiene que ver tanto con el folclore sino con una razón económica importante. Según cuenta La Gazzetta del Sport, Higuain le reclama al club unos 600.000 euros del contrato de explotación de imagen de la temporada 2015-2016, la última en la que vistió la camiseta celeste. Desde el entorno del Pipita, acusan a De Laurentis de fogonear aún más a los tifosi (mucho esfuerzo no tuvo que hacer) para hacerle sentir a Gonzalo un verdadero infierno napolitano. El quiebre de la relación entre ambos se dio luego de que el delantero decidiera judicializar el tema. 

Según pudo saberse, la Juventus colaboró con su estrella en la demanda ante su ex equipo y un grupo de abogados de la familia Agnelli ya obtuvo fecha y formación de un colegio arbitral para una mediación con los napolitanos. Todo indica que las "Batallas del San Paolo” son sólo el inicio de la guerra entre un matrimonio disuelto y en pleno fuego cruzado.