La comisión directiva de la Asociación Rosarina de Fútbol decidió prohibir la acción de golpear la pelota con la cabeza (conocida como “cabezazo”) en todas las competencias masculinas y femeninas de menores de once años que se disputen bajo su órbita. La resolución, ya aprobada por la mesa dirigencial, será comunicada a los clubes en el transcurso de las próximas semanas y comenzará a aplicarse en el actual campeonato.

La determinación se toma con "la intención de bajar la probabilidad de que los futbolistas sufran lesiones neurológicas futuras provocadas por los continuos impactos del balón en la cabeza, algo en lo que la ciencia viene insistiendo desde hace tiempo", según le comentó una fuente vinculada a la dirigencia de la ARF al sitio Rosario3. Un primer paso para ponerse al frente de la precaución de futuras enfermedades cognitivas.

Según un estudio que reportó hace unos años la BBC de Gran Bretaña, "cabecear frecuentemente una pelota de fútbol puede conducir a una lesión cerebral, afirman médicos que dicen haber encontrado pruebas en las ecografías de 32 futbolistas aficionados revelaron tipos de daño similar al que se aprecia en pacientes con traumatismo".

El mismo informe revelaba que "se cree que los cabezazos terminaron matando al futbolista inglés Jeff Astle. Asle, de 59 años, quien murió en 2002, desarrolló problemas cognitivos luego de años de jugar por Inglaterra y West Bromwich Albion. La autopsia reveló que su muerte fue el producto de una enfermedad cerebral degenerativa causada por cabecear pesadas pelotas de cuero".

En ese sentido, parece haber una tendencia a tomar precaucuiones desde la formación de futbolistas en la Argentina. O al menos un primer indicio de poner manos a la obra al respecto de una problemática que ha ganado espacio en el ambiente.