“Acepté rápidamente la invitación. Nunca dudé en volver al Monumental. Tengo muchos amigos y familia que quieren estar ahí también. Voy a ir con todos”, dijo Daniel Passarella este viernes, en la previa a lo que será su regreso al estadio que tantas veces lo aplaudió pero donde su gestión como presidente llevó a River a una de las etapas más complejas de toda su historia.

El expresidente del club millonario afronta en Tribunales una causa que llegó durante el primer año de la pandemia a la instancia de juicio oral. En el Tribunal Oral en lo Criminal N°11 está el expediente que tuvo un doble comienzo: por un lado, por la denuncia de un socio de River y por el otro, de la dirigencia millonaria que en ese momento estaba a cargo de Rodolfo D’Onofrio. Si bien el juicio no tiene fecha, Doble Amarilla pudo conocer de fuentes judiciales que el debate podría empezar en 2023.

“Administración fraudulenta” es la calificación que engloba la serie de irregularidades que se le adjudican a Passarella. La investigación comenzó en 2012: un socio concurrió al Monumental y se encontró con una persona en su asiento. Tras ser “ninguneado” por la gestión en ese momento, presentó una causa por estafa. A partir de allí, se abrió un panorama que incluía un sistema de entrega de entradas a los dirigentes y primeras líneas de la barra brava de River Plate. A esa causa se le sumó luego la presentación que hizo el club cuando asumió D’Onofrio.

Los involucrados en las maniobras irregulares de la gestión del Kaiser

Passarella, Diego Turnes, Hugo Pedro Carreras, Daniel Alejandor Mancusi, Eduardo Omar Rabuffetti, Gustavo Adrián Poggi, Esteban Julio García y Francisco Bierniakowicz están acusados de haber cometido “administración fraudulenta”, además de la “instigación, promoción o formación de grupos destinados a cometer alguno de los delitos previstos en el Régimen Penal y Contravencional para la Prevención y Represión de la Violencia en Espectáculos Deportivos”. Passarella, Turnes, Carreras y Mancusi fueron acusados también del uso de documentos privados falsos.

Está también la trama “barra” como parte del expediente. Alberto Martín Araujo, Héctor Guillermo Godoy, Matías Goñi, Andrés Montinero, Hernán Javier García, José Antonio Uequin, Miguel Ángel Castro, Miguel Ángel Sturla, Marcos Pascual Valenzuela, Rubén Alejandro Mele, Mario Molina, Nicolás Juan Carlos Ziva, Orlando Ramo Maquiel, Mauro Ruíz Díaz, Julio César Cisneros, Diego Osmar Rodríguez, Alejandro Luis Rivaud, Alejando Dario Hayet, Guido Héctor Spinelli y Gustavo Marcelo Papagna llegaron a juicio como partícipes necesarios de la administración fraudulenta.

Entradas por protección y desvíos de dinero

“En perjuicio de las arcas de la institución y del legítimo ejercicio -por parte de los socios activos- del derecho de asistir a los partidos que disputaba el equipo de fútbol de primera división del Club Atlético River Plate, Passarella, Turnes, Carreras y Mancusi se procuraban favores y apoyos políticos mediante la entrega de entradas para esos partidos, particularmente, a la fuerza de choque ('barra brava') autodenominada 'Los Borrachos del Tablón'; para lo cual, al menos durante la segunda mitad del año 2012 y todo el año 2013, desviaron sistemáticamente alrededor de 1.500 localidades por partido que convergían en un circuito clandestino de reventa administrado por los cabecillas de aquella: Alberto Martín Araujo, Héctor Guillermo Godoy y Matías Goñi”, dice el requerimiento de elevación a juicio firmado por el titular de la Fiscalía de Instrucción del Distrito de los barrios de Saavedra y Núñez, José María Campagnoli.

Ese requerimiento es el documento que se utiliza en los juicios para abrir el debate y dejar establecido de qué se acusa a las personas imputadas. Además de esa entrega de entradas, Passarella, Turnes, Carreras y Mancusi están acusados de haber defraudado al club por casi un millón de pesos relacionados con el pase del ahora condenado por abuso Jonathan Fabbro.

944.432,23 pesos es el número cuestionado en la supuesta gestión de negocios para la transferencia del futbolista desde el club paraguayo Cerro Porteño. Además, la Comisión Directiva habría perjudicado a River por más de dos millones de pesos (de esa época) bajo el pretexto de “supuestos desfasajes en el pago en moneda local que se había hecho a algunos jugadores que habían pactado condiciones contractuales en dólares (diferencia de cambio)".

También hay acusaciones por negociados con recitales. De acuerdo a la causa, se simuló un “estudio de factibilidad de la estructura del estadio”, lo que les permitió quedarse con 254 mil pesos. También simularon el pago de supuestos servicios de seguridad privada adicional para los espectáculos musicales de Iron Maiden y Justin Bieber y durante una concentración del plantel en Nordelta, por un total de 1.686.421,50 de pesos.

Incluso, Passarella fue acusado de haber utilizado fondos del club para pagar el asesoramiento y patrocinio de un estudio de abogados para que lo defienda en una causa por hostigamiento.