(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Leopoldo Luque, el médico personal de Diego Armando Maradona, habló en "Crónica", en esta actualidad, que lo tiene como imputado por el delito de "homicidio culposo", en medio de acusaciones cruzadas, declaraciones contradictorias y otras cuestiones que empiezan a rodear las circunstancias de la investigación post-muerte de Diego Maradona.

“Diego estaba muy bien después de la operación. En el momento de la foto ya había mejorado", marcó Luque, que reconoció que "Diego tenía el corazón con algunas secuelas, que debería definir el cardiólogo, pero esas cuestiones no eran alarmantes como para tomar alguna medida por la externación. Es más, si necesitaba una ambulancia en la casa, no se hubiese ido a ningún lado, se hubiese quedado internado en unidad coronaria. Diego no era un paciente terminal", aclaró Luque.

"Quiero marcar algo -dijo Luque- se cree que yo estaba a cargo de todo Diego y ahí hay un error. Mi especialidad era una, yo quería colaborar con los profesionales que lo estaban tratando en ese momento. Todos trabajamos con él, cada uno en su área. Diego acataba algunas cosas y otras no. Tenía el derecho a elegir, como cualquier paciente", dijo Luque.

"Con Diego había tres opciones. O se iba a neuropsiquiátrico, pero no había criterio psquiátrico que marcaba que tenía que ir ahí. El segundo era un centro de rehabilitación, que proponía Swiss Medical y con lo que todos estábamos de acuerdo, menos Diego y el tercero es lo que se hizo, que se buscó armar la casa de la manera que mejor se lo pueda contener. Todos estábamos en busca de contenerlo de la mejor manera. Yo de la parte quirúrgica le había dado el alta", aclaró Luque.

Sobre la última vez que vio a Diego, el médico aseveró: "Lo vi el domingo, como amigo, porque me dijeron que estaba triste. Vi un tipo sano, pero triste" y completó: "Los objetivos buscados fueron logrados, que Diego no tome alcohol, ajustarle la medicación y eso se logró. A Diego esto le podrían haber pasado antes, durante, después. Lo concreto es que no tenía un criterio preestablecido para tener que tener un desfribilador o una ambulancia en la casa. Si lo hubiese tenido, no se iba de la clínica", insistió.

"Ahora siento que Leopoldo es el responsable de Diego Maradona. Yo sólo era el neurocirujano que logró establecer un vínculo con él y conseguí cosas que otros médicos no. Me llamaban a mí, porque yo podía lograr acercarme a él, pero no era responsable de él", aclaró.

A Luque le preguntaron que hubiese hecho con la salud de Diego si Diego hubiese sido su papá: "Si fuese mi papá, yo hubiese hecho lo que hice con él. Ir a verlo porque lo sentía triste, para acompañarlo, para darle un beso, para acariciarlo, para acompañarlo -y ahí se quebró- . Diego era como un papá para mí. Ni a mi papá lo traté así cuando falleció", aclaró.

"Yo logré mejorarle la vida y lograr el objetivo que todos queríamos. Todo el equipo logró mejorarle la vida a Diego. Que me estén apuntando a mí, me parece muy injusto. Yo no tengo nada que ocultar", indicó Luque que además, confirmó la existencia de un grupo de WhatsApp dónde estaba la familia también y marcó que allí: "Se dice y se lee claramente cuando Dalma quería buscar un médico clínico. Ella entendía, al igual que todos, que yo era una persona de confianza, pero Diego necesitaba un médico clínico. El tema es que no quería a nadie, yo le llevé varios médicos clínicos, pero él no quería a nadie".

Sobre si su relación cambió con la familia después del triste desenlace, Luque explicó: "Yo no siento que haya cambiado nada. Ellas van a comentar que el médico que estuvo siempre con Diego era yo. Yo espero que cuando termine esto, me pidan disculpas y que me agradezcan, como me agradeció toda la familia", concluyó.