El expresidente de Colón de Santa Fe, Germán Lerche, fue absuelto en la causa que se lo investigó por el delito de administración fraudulenta durante su gestión al frente del club, entre 2006 y 2013, en un fallo de primera instancia cuyos fundamentos se conocerán luego de la feria judicial de enero, según informaron voceros judiciales.

El veredicto estuvo a cargo del tribunal integrado por los jueces Lisandro Aguirre, Celeste Minitti y Martín Torres, que desestimaron el pedido de los fiscales Bárbara Ilera y Federico Grimberg, que habían solicitado seis años de prisión al igual que el abogado querellante Ricardo Calvo Arrázola.

Calvo Arrázola, que representó al club durante el debate, se mostró indignado tras escuchar el fallo y consideró que "es una vergüenza más para la Justicia de Santa Fe".

"Voy a presentar documento por documento para que la gente vea que esto no tiene ningún tipo de asidero jurídico. Vamos a apelar en todas las instancias posibles, esto no va a quedar así", dijo el abogado, quien remarcó que con las mismas evidencias dos dirigentes aceptaron su culpabilidad en juicios abreviados.

Calvo Arrázola indicó que "condenado el secretario general (Marcelo Maglianesi), el tesorero (Carlos Marín), y que este sujeto haya recibido este beneficio es una vergüenza que apena a todos en Santa Fe y a la Justicia, porque no merecíamos este final luego de esperar 10 años".

Maglianesi, Marín y el ex síndico Osvaldo Pradolini fueron condenados a dos años de prisión de ejecución condicional por la coautoría del delito de administración fraudulenta, en tanto el ex vicepresidente Rubén Moncagatta fue beneficiado con la suspensión del juicio a prueba a cambio de cumplir normas de conducta y abonar 600.000 pesos como donación al club Colón.

Por su parte, el fiscal Grimberg adelantó que va a "apelar el decisorio" pero fue cauto al señalar que "cualquier especulación sobre cuáles fueron las razones que los llevaron (a los jueces) a esa conclusión es precipitada, no corresponde, así que habrá que esperar los fundamentos para conocer en qué se basaron".

Grimberg coincidió con el querellante al señalar que los ex dirigentes que aceptaron su culpabilidad en la administración fraudulenta lo hicieron en base a las mismas pruebas ventiladas en el juicio a Lerche.

"La evidencia que había, los elementos de convicción eran comunes para todos, más allá de cada uno de los casos particulares y el rol de cada uno de ellos, con lo cual el plexo probatorio en general era el mismo", completó el fiscal.

Tras la sentencia favorable, Lerche dijo que su imagen "no tiene nada que ver, esto es un juicio oral y público donde se me imputaron cosas que no pudieron probar".

"Si no se prueba, llegamos a esta conclusión. Durante once años estuvieron instalando un relato y no tuvieron razón", añadió.

Entre las imputaciones a Lerche figuran el pago de 1.300 dólares para el alquiler de un departamento en calle Aimé Painé 1600, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, entre 2011 y 2013, haber percibido gastos de representación, utilizar celulares cuyos gastos mensuales fueron costeados por el club y validar el libramiento sucesivo de 496 cheques que fueron rechazados, entre otras.