La noche de este martes ha superado todo tipo de emociones en el tenis argentino. La alegría, la tristeza, la nostalgia y el dolor, todo en el cuerpo y la mente del gran Juan Martín Del Potro. Si bien no lo confirmó, dio a entender que protagonizó su último partido como profesional ante su amigo Federico Delbonis.

Analizando estrictamente el juego, no hubo muchas equivalencias entre Delbo y Delpo: fue 6-1 y 6-3 para el nacido en Azul. Al tandilense se lo notó inseguro en los movimientos luego de 965 días sin jugar un partido oficial.

Las emociones se apoderaron de la noche cuando le tocó el turno del saque a la Torre de Tandil estando 3-5 en el marcador del segundo set. El ex campeón del US Open rompió en llanto e hizo explotar a todos los presentes en el court central del Baires Aires Lawn Tennis Club. Fueron varios minutos de congoja para el tenista y todos los espectadores.

Una vez finalizado el encuentro, Del Potro dialogó con la transmisión oficial con las emociones a flor de piel y confesó: "Es un momento que no quería que llegue nunca. Creo que hice demasiado esfuerzo para poder remontarla y cumplir otro milagro, como hice con la muñeca. A veces también puedo perder, no tengo la fuerza que todos creen. Esta vez siento eso. Lo di todo".

Segundos más tarde, dijo: "No encontré todavía un lugar en el que ser más feliz que acá, adentro de una cancha. He cumplido todos los sueños con el tenis. Lo más difícil de lograr no son los trofeos ni la copas, es el amor de la gente. Me lo llevo adentro de mi corazón".

Finalmente, pensando en su futuro, comentó: "Di todo lo que tenía. Deseo poder dormir sin dolor de pierna después de dos años. Es muy difícil hacer este deporte con las molestias que tengo. Tengo toda la vida por delante y la quiero vivir en paz". Antes de retirarse de la cancha, con aroma a despedida, decidió colgar su mítica vincha en la red.