Francia, y en particular el mundo del rugby francés, no sale de su conmoción luego de la aberrante muerte de Benjamín Arnanué, un reconocido deportista de aquel país. En las últimas horas, la novia del joven reconoció que le “disparó accidentalmente” y luego prendió fuego la casa en la que vivían para ocultar el crimen. 

Las autoridades francesas sospecharon, desde el principio, que el incendio había sido provocado y las investigaciones condujeron a Tatiana B., la novia del deportista.

Nadie sabía nada de ella desde la muerte de Benjamín, una ausencia que elevó las sospechas. Finalmente dieron con su paradero y, por la presión, terminó confesando. La acusada expresó sentirse “agotada” tras huir por cinco días escondiéndose en el campo o hasta durmiendo a la intemperie.

Ambos habían tenido problemas, últimamente, y la relación estaba estancada, por lo que decidieron ponerle fin, algo que ella no aceptó. Sin entrar en detalles, contó que Benjamín nunca fue violento físicamente, pero en los últimos meses registró una serie de comentarios y actitudes vejatorias y humillantes que la llevaron a contemplar el escenario de quitarse la vida en numerosas ocasiones.

Habían acordado que Tatiana abandonaría la casa el 30 de diciembre, el mismo día en el que se produjo el siniestro de la vivienda.

El diario 'Le Parisien' tuvo acceso a los informes policiales en los que se detalla cómo se produjeron los hechos «Tatiana B. puso el cañón de su escopeta en la cabeza de Benjamin cuando este estaba tumbado en la oscuridad. Acababa de comprar el arma con la intención de suicidarse, y no dominaba su manejo. Por ello, el disparo fue involuntario», relata.

Según su versión de los hechos todo fue accidental, en medio de una gran tensión. «Presa del pánico, decidió prender fuego a la casa con una botella de gasolina, pensó en suicidarse, antes de cambiar de opinión y abandonar finalmente el lugar», añaden los policías sobre la confesión de la mujer, que asegura sentirme «llena de arrepentimiento».