Un hincha de Atlas relató cómo logró salir ileso, junto a su pareja, del estadio de Querétaro el día de la tragedia que dejó heridos de gravedad y conmovió al mundo entero. Beto Valdivia y su esposa fueron protagonistas de un gesto de parte de fanáticos del club local y relató, a través de un hilo de Twitter, la secuencia de los hechos, desde el inicio hasta el escape del estadio.

"Esta foto nos la tomamos 15 minutos antes de la tragedia, celebrábamos parte de nuestro aniversario y justo en ese momento platicábamos que nos tocó 'muy buen lugar', atrás de las bancas, sin sol y con gente tranquila. Le decía a mi esposa: de todos los partidos de visitante que he vivido es en el que he visto a más familias y niños de Atlas", destacó, como en el inicio de cualquier otra historia de cancha.

Sin embargo, todo cambió "en cuestión de minutos". "Notábamos peleas en diferentes sectores del estadio, sin ningún personal de seguridad que se acercara a separarlos", remarcó. En tanto, la barra de Gallos (Querétaro) se movía en masa hacia los pasillos, según relató Valdivia. "En ese momento supe que ya estábamos en alto riesgo", señaló.

Tweet de Beto Valdivia

Luego ocurrió lo que se vio en distintos videos: la invasión en el campo de juego con la que comenzaron los incidentes. "Toda la gente de Atlas que estaba en la zona oriente brincó a la cancha para buscar resguardo bajo el estadio", explicó. "Volteando a mi alrededor cada vez veía a menos rojinegros en la zona de butacas, buscaba a alguien que nos auxiliara. Mi esposa ya no se podía contener y quería que saliéramos corriendo de ahí", agregó.

"Comenzamos a subir las escaleras más por la presión de los gritos de la gente que por nuestra voluntad. Afortunadamente antes de salir al pasillo una persona de Qro nos frenó y nos dijo: No salgan, quítense ya sus playeras. A la par un grupo de personas nos rodearon cubriéndonos en lo que me quitaba mi playera, un chavo de Qro desesperado le entregaba su playera a mi esposa para que se la pusiera encima", detalló, sobre cómo fanáticos locales le brindaron asistencia para evitar que sean lastimados.

El relato continuó: "Un Sr. de la tercera edad y su hijo se pusieron a nuestro lado y dijo 'nosotros los sacamos', pidió a su hijo que me diera la sudadera a pesar que él no quería por el mismo miedo de sentirse en riesgo por ayudarnos. A estas personas solo puedo decirles infinitas gracias". 

En las afueras del estadio, el caos continuaba en su peor versión. "El camino hacia nuestro coche fue eterno, vimos ya a personas 'inconscientes' tiradas en el suelo, las personas que estaban con nosotros nos acercaron hasta un puesto para comprar una playera y ellos pudieran irse a su destino", indicó. 

Sobre el cierre del hilo, Valdivia comentó que se cruzaron a dos personas buscando a hinchas de Atlas "con armas indescriptibles, una especie de tubos rodeados con cadenas (imposible quelas hayan hecho en ese momento, ya lo tenían preparado); las arrastraban en el pavimento para que rechinaran causando aún más terror".

"Pido se haga justicia y paguen todos los involucrados en esta tragedia. Y ruego por las personas que salieron malheridas y sus familias que hoy están sufriendo, difícil creer que no haya personas muertas", concluyó Valdivia.