Pasaron más de veinte años de la irrupción de Carlos Tévez en la Primera División de Boca. Un jugador al que se lo notaba de orígenes humildes, pero con muchas intenciones de progresar. Sus características lo llevaron rápidamente al exterior, primero a Brasil y luego a Inglaterra e Italia, donde desarrolló una prolífica carrera.

Hoy como DT, brindó una interesante entrevista con Alejandro Fantino en la que repasó sus inicios como futbolista y los mejores momentos como futbolista dejando varias reflexiones. 

Relató que está utilizando métodos de “neurociencia” aplicados al fútbol entre los cuales en un ejercicio exigió a sus jugadores en velocidad hasta “ahogarlos físicamente” e inmediatamente les pide que “solucionen un problema matemático”. “El profe está con la tablet y ahogado tiene que responder, tiene que solucionar el problema”, precisó.

“Tres de los chicos que tenemos en el plantel de primera me dijeron que no sabían sumar ni restar...”, lamentó. Obviamente aclaró que no diría los nombres de los futbolistas para sentenciar: "Lo podemos ayudar al chico con comida y un montón de cosas pero el estudio, que él se sepa defender, leer lo que está firmando, que no lo caguen...”, resaltó “Carlitos”.

Para enlazarlo con su niñez,  “nosotros fuimos pobres pero a nuestros viejos los veíamos levantarse a las 6 de la mañana y volver a las 7 de la tarde llenos de cal, con los pantalones rotos.... tu papá se rompía la cabeza para traer la plata a la casa y vos tenés que saber leer, expresarte, para saber si te están diciendo la verdad”.

“La humildad se entrena, la humildad empieza desde los valores. Si te va bien en la escuela tenés un premio. ¿Querés un juguete?, gánatelo, juntá la mesa, hace algo para ganártelo”, concluyó al respecto comentando cómo educa a sus hijos en su casa.