Con el dolor a flor de piel, Marisa brindó un doloroso testimonio sobre lo que fue el asesinato de su hijo Lucas Vera. El juvenil de 13 años, que jugaba en Rosario Central, quedó en el medio de una balacera y no pudo sobrevivir a los impactos que recibió su cuerpo. La justicia rosarina investiga el caso, pero hasta el momento no se ha encontrado un motivo aparente para el ataque o linea de investigación.

“Salió a la puerta a acompañar a su hermano y se encontraron con unos amigos. Lucas era muy cuidadoso en todo. Estaba saludando y pasó el auto blanco. Javier (el hermano) se puso en el poste para esquivar las balas y Lucas corrió. Le han dado en el pecho y el cuello", señaló visiblemente conmovida la madre del niño en lo que cuenta la cronología de los hechos.

“Escuché como 20 disparos, a Lucas le han dado como 8″, relató entre lágrimas, y agregó: "Lo levantaron, pero no podía respirar. Cerró los ojitos, pero todavía tenía signos vitales. Llegó al hospital, le dio un paro, intentaron reanimarlo y falleció”, dijo ante las cámaras de Telenoche Rosario.

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Lucas soñaba con llegar a ser profesional y otorgarle un nuevo futuro a su familia fuera del barrio donde vivían y que el propio joven calificaba como peligroso: "Me decía 'mamá voy a llegar a ser grande y voy a ir a otro país. Te voy a cuidar y ayudar siempre. Te voy a sacar de este barrio peligroso y vamos a ir con toda la familia'". 

El hecho generó conmoción en el mundo del fútbol y dentro del propio Central, que emitió un comunicado reclamando "justicia" y un pronto "esclarecimiento del hecho".

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