(De la redacción de DOBLE AMARILLA) Se produjo una nueva interna entre el tenis y el Gobierno por el caso de Facundo Díaz Acosta, el tenista argentino de mayor proyección que no fue incluido en la lista de exceptuados de la cuarentena obligatoria para poder entrenar.

Los deportes individuales tienen una discusión abierta y pública con los Ministerios de Salud, Turismo y Deportes y las autoridades gubernamentales por el no regreso total a la actividad. El último cruce se dio con Ginés González García tras expresar que solamente el rugby fue el único deporte que peticionó por la vuelta.

Ayer se conoció la historia y realidad actual de Acosta, un joven de 19 años que es una de las grandes promesas del tenis y hoy está aislado hace meses y entrenando en el paredón de su casa. Desilusionado por el contexto actual, le expresó al Diario La Nación que es muy duro lo que le pasa y que "hay días que me levanto bien, pero otros sin ganas, sin querer hacer nada".

Ahora bien, ¿por qué no puede entrenar y otros tenistas profesionales y aspiracionales a los Juegos Olímpicos si? La respuesta está en que nunca fue incluido en la lista de buena fe de la Asociación Argentina de Tenis (AAT), que le brindó al Gobierno para exceptuar a algunos jugadores destacados.

La lista está integrada por 12 jugadores y entre ellos aparecen Leo Mayer, Diego Schwartzman, Guido Pella y Nadia Podoroska, entre otros. Sin embargo, gran parte de ellos ya están realizando la pretemporada en el exterior, por lo cual empieza a carecer de sentido su presencia en esa lista de excepción.

Según pudo averiguar Doble Amarilla con fuentes del Gobierno, desde la AAT jamás se comunicaron para plantear esta situación, y tampoco para proponer aumentar el cupo en la lista. Si bien aceptan que muchas veces "se les escapan algunas situaciones", mencionan que también es necesario el rol protagónico de las asociaciones deportivas para solucionar algunos problemas.

"Hay que ver cómo estoy físicamente cuando vuelva a jugar, porque por más que haga doble turno en casa tengo un espacio de dos por dos. Quizás me lleva 4-5 semanas volver a mi normalidad. Tengo que tener cuidado con las lesiones. Encima, ver que en Europa están todos entrenando hace meses te baja más la motivación. Además, no tengo muchas cosas en casa para entrenar: algunas mancuernas, bandas elásticas, un step, una soga. No mucho más", le expresó Acosta a La Nación.