Ezequiel Muth, arquero que se formó en las divisiones inferiores de River, vivió una odisea en Emiratos Árabes Unidos el año pasado y decidió contarlo a través de un posteo en Instagram. El futbolista viajó hacia Dubái con el sueño de progresar, pero se encontró con mentiras y una experiencia de pesadilla. Tras compartir su caso en redes sociales, dialogó en exclusiva con Doble Amarilla y brindó todos los detalles.

El nombre clave de la historia es Cristian Martín Echenique, un empresario que decía ser representante de jugadores y que acumula denuncias de más de 300 familias. "Lo conocí por un contacto amigo mío de Dubai. Esta persona, Echenique, tenía una supuesta empresa ficticia de e-commerce y era el director deportivo de Al-Ittifaq. Sí, él me llevo. Yo me pagué el pasaje porque el lo reembolsaría con la firma del contrato, pero eso no pasó", relata el arquero.

Seguidamente, Muth cuenta cuándo y cómo se empezó a desmoronar el sueño que lo llevó a jugar en Oriente: "A los pocos días, él se peleo con Al-Ittifaq, ya que presentó un sponsor que no existía. Por eso el club lo echó y él dijo que crearía su propio club. Nos mostró las licencias para competir, todo. Arrancamos a entrenar con el nuevo equipo y ya se notaba la falta de respeto hacia mí y hacia todos mis compañeros".

Bastaron tan solo tres semanas para que el proyecto de Echenique se desmoronara por completo: "A los 20 días, debíamos cobrar el primer sueldo y él lo estiró 15 días más. En esos 15 días todo se desmoronó. El alimento empezó a faltar, nos entrenábamos todos los días y él discutía cada día con un representante distinto por tema de dinero para las visas y la comida".

Al poco tiempo, llegó el colmo. El dinero seguía sin aparecer y Echenique brindó una excusa falsa e imperdonable. Ese hecho específico terminó con la paciencia de Muth. "De un día para otro, dijo que tenía cáncer terminal y se cortó el pelo. Que había arrancado quimioterapia. Todo eso era mentira, era para dar pena y que nadie se le ponga en contra", indicó. De no creer.

"Yo decidí mudarme y no formar parte, ya que nada iba a pasar. Solo entrenábamos. Sin DT, sin seguro médico. Nada. El colmo fue cuando un compañero se sacó el hombro de lugar y la ambulancia tardó una hora , él no tenía para pagar", relata el guardameta, de presente en el ascenso de Italia.

Sin embargo, la película de terror no había terminado. "Las cosas se pusieron violentas y todo estaba cada vez más tenso. Por supuesto, la plata no aparecía. Y él tampoco. Se robó una moto. Una noche apareció y se fue. Dejó a 18 chicos de entre 19 y 24 años solos en Dubai. Sin visa, sin comida ni plata. Sin pagar el alquiler. Uno por uno se tuvieron que arreglar para ver cómo volvía. Yo me quedé trabajando, extendí mi visa y traté de solucionar todo para quedarme ahí", explica Muth.

Muth es consciente de la situación que lo tocó atravesar y cierra con un valioso punto de vista: "Estas cosas suelen suceder en el fútbol. Lamentablemente, los que no estamos en la élite nos aguantamos estas cosas día a día. Yo tengo la suerte de tener algo de llegada a los medios y lo que quiero hacer con esto es que la gente sepa. Y al menos poder terminar con una de tantas personas que juegan con nuestro trabajo y nuestros sentimientos".