Por primera vez en 15 años, no hay equipos argentinos en semifinales de Libertadores y Sudamericana. River y Rosario Central fueron los últimos en quedar, pero terminaron eliminados en cuartos de final a manos de Atlético Mineiro y Bragantino respectivamente. La situación encendió la alarma de todo el fútbol nacional. Y principalmente, de los dirigentes.

¿Es exagerado hablar de una hegemonía brasileña? Al margen de los resultados de las actuales ediciones, que traducen las diferencias, hay un proceso que lleva varios años. Devaluación, cepo cambiario y sueldos impagables en dólares. Diferencias económicas, ni más ni menos. Todo multiplicado por el efecto COVID-19.

Miguel Mastrosimone, secretario de San Lorenzo, asegura que el efecto de la pandemia a los clubes argentinos los perjudicó mucho más que a los brasileños, sin ninguna duda. La inflación y el cambio hacen que los jugadores emigren y que aquí no se puedan contratar grandes figuras y los sueldos sean difíciles de pagar, por la situación económica en general. Esto se ve reflejado en muchos lugares y el fútbol claramente no es la excepción", expresa.

"Creo que hay que hacer una reunión con todos los clubes de la Argentina y empezar a tomar decisiones. Primero internas para lograr mayor competitividad. A veces creo que desde los clubes no nos damos cuenta, nos perseguimos nosotros mismos y nos comen desde afuera”, asevera.

En el mismo tono, asegura estar preocupado porque “desde 2006 es la primera vez que un equipo argentino no está en una semifinal internacional y eso marca una tendencia quieras o no: más que una estadística es marcar la actualidad".

¿Y entonces? ¿Hacia dónde se va? ¿Qué puede hacerse desde el fútbol? "Hay que sincerarse acá, pero primero que nada tomar conciencia y hacer una reunión en la Liga o en la AFA. Dejar de lado las divisiones que hay y existen y empezar a trabajar en pos de eso. El año en que la Selección logra la Copa América después de tanto tiempo, es el peor a nivel clubes, así que eso es una paradoja", resalta.

En paralelo, mientras los problemas argentinos de cada día se profundizan, Brasil aprobó una ley para permitir que los clubes (más bien sus departamentos de fútbol) puedan transformarse, lisa y llanamente, en sociedades anónimas deportivas. El debate, que existió en años anteriores, tuvo una respuesta rotundamente negativa del fútbol argentino. No obstante, más allá de mantenerse la postura, hay preocupación por su habilitación en Brasil.

"Creo que se puede revertir, pero me preocupó el otro día la noticia que salió de que los clubes brasileños se pueden transformar en sociedades anónimas deportivas, porque eso nos dejará mucho más lejos. Yo siempre defiendo las asociaciones civiles desde ya, pero creo que en cuanto a diferencia será perjudicial para el fútbol argentino. Y entonces tenemos que tomar una medida desde nuestras asociaciones”, señala.

Nicolás Russo, mandamás de Lanús, muestra la misma preocupación sobre el tema, pero asegura que es un proceso lógico por el que hay que pasar hasta recuperarse de los vestigios que la pandemia ha dejado en los clubes.

“Es un tema delicado, el fútbol argentino ya traía muchos problemas y encima llegó la pandemia. Y con ella, un año y medio sin público en las canchas. Lanús, por ejemplo, de 28 mil socios que pagaban, hoy pagan 8 mil. Hay campeonatos sin descensos y promedios, prevaleciendo lo económico. Desde ese lado creo que salió bien", manifesta.

"Obviamente hay excepciones, pero el 90% de los clubes esta ordenado económicamente y se han promovido muchos juveniles. Creo que es un proceso de 2 o 3 años donde muchos de ellos serán transferidos y permitirán invertir en incorporaciones y otros se afianzarán en Primera y volverá a ser lo que era, pero es un proceso que llevará ese tiempo", completa.

Y en la misma línea, habla del precoz debut de muchos jugadores de categorías juveniles: "Hoy hay chicos 2002, 2003 y 2004 jugando en Primera y eso no es normal, pero se han adelantado todos los tiempos. Esos chicos quizás tienen 40 o 50 partidos en Primera y de a poco van siendo cada vez más competitivos".

Ignacio Villarroel, secretario de River y encargado de asistir a las reuniones de la Liga Profesional, entiende que están “muy lejos, en todo sentido. En la situación de la economía del país, en el valor contrato que pagan los clubes a sus jugadores, en la permanente y respetada organización de sus diversos torneos locales, en la alta competitividad qué hay en el torneo principal (el Brasilerao) con 6/7 equipos disputándose el torneo a un alto nivel".

En la misma enumeración, Villarroel hizo foco en un factor central: los derechos televisivos. "Está la importancia de la TV en los fondos que aporta, en la participación activa de sponsors de distintos nichos, en la infraestructura de los estadios heredada del 2014 en la mayoría de los casos. En el profesionalismo de la monetización de ingresos de socios e hinchas, en la calidad de la cantera, en la penetración en los mercados de pases de las principales ligas del mundo, etc”, concluye.

José Lemme, presidente de Defensa y Justicia y flamante campeón de la Copa Sudamericana y la Recopa (a un equipo brasileño, Palmeiras, vigente ganador de la Libertadores), aporta una mirada similar en cuanto a lo económico. No obstante, se muestra optimista para modificar la situación. “Es difícil porque todos nos quedamos sorprendidos con el partido de River y por supuesto que hay una diferencia de jerarquía abismal, pero por ejemplo Defensa pudo ganar y en ese caso no se estuvo tan lejos", expresa.

"La parte económica igual es muy importante porque Brasil o cualquier país cercano están pagando mucho más que nosotros y con otras ventajas en cuanto al tema dólar billete. Para nosotros es imposible. No hace falta ser muy inteligente para saber en dónde está la diferencia, pero desde ya que tiene solución. Creo que se puede acomodar trabajando sobre el tema, eso me parece que termina siendo lo más importante”, indica.

Por último, Víctor Blanco, presidente de Racing, cierra convencido de que “estamos cada ves más lejos y se va profundizar más con la llegada de las sociedades anónimas a Brasil. Si miramos los últimos años, llegaron solo equipos brasileños a las finales".

El dinero, la palabra clave. "Se necesita mucha inversión en el fútbol local para estar a la altura, porque si no el prestigio ganado se va perdiendo.  Es un debate que nos debemos los dirigentes, junto con la clase política acompañando a hacer las reformas necesarias y estructurales. Si no tomamos conciencia, veo pocos equipos argentinos llegando a finales en la Copa Libertadores", sentencia.