(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) River ya puso más que los palotes para la obra XXL que el club está encarando, con el fin de ofrendarle a su DT su exigencia de siempre: un campo de juego de nivel europeo, a la altura de lo que él pretende. 

Irreconocible. Así está el Monumental. Donde estaba el césped, la mítica pista de atletismo y los bancos de suplentes, hoy sólo hay taludes y tierra. Hay camiones. Hay ruido. Hay cascos blancos y amarillos. River está en obra. La pandemia fue la oportuncrisis ideal para encarar la obra que Marcelo Gallardo demandaba y que el club ya había decidido hacer. 

El factor tiempo era clave. En Núñez sabían que para hacer la obra que tenían en mente, necesitaban relegar la localía por 7 meses. El coronavirus, el parate del fútbol y la situación actual, dejó la chance que ese plazo exista, sin afectar la localía prácticamente. Y River tomó la decisión de ejecutar la obra, por un valor de 180 millones de pesos. Todo empezó con estudios. En junio se hicieron el estudio geotécnico y geométrico. El primero, para establecer el nivel real de la napa del río. El segundo, para determinar el nivel del césped y las "imperfecciones" que tenía y ver hasta dónde se podía bajar el nivel del terreno de juego.

Esos estudios marcaron algunas cosas curiosas. La primera es que el sistema de drenaje que se creó en las vísperas del Mundial 1978 sólo funcionó en los primeros cinco años. Es decir, los ingenieros supieron que el Monumental no tiene un drenaje que funcione desde el año 1983. Otro dato no menor es que la composición del campo de juego era íntegramente arcilla, lo cual generó un terreno duro, muy poco amigo de un buen estado del campo y que hacía casi imposible el correcto drenaje y que era terreno fértil para hongos que generarán problemas. De esta manera, la determinación que se tomó en ese entonces, fue elevar un poco el campo para que el agua drene hacia la pista de atletismo. Ahora, esa "panza" no existirá más y el terreno será liso, sin desniveles y con una composición absolutamente distinta.

La obra, en pleno funcionamiento.

Una vez que realizó el estudio, River buscó quién podía hacerlo. Estuvo entre las tres empresas europeas que se encargan de la implantación de césped híbrido en el mundo y se decantó por la firma irlandesa SIS. Responsable del césped de 6 de los campos de juego del Mundial de Rusia, entre ellos el del estadio olímpico Luzhnikí, dónde se jugó la final y también el de los estadios del Besiktas -está en construcción- y el renovado Wembley. 

Así se construye el muro de hormigón armado que servirá de "contenedor" del híbrido.

Antes de empezar ese proceso, River debía hacer lo que ya hizo. Excavar, sacar toda la tierra, rellenar y construir un muro de hormigón armado de 45 cm en dónde la firma europea implantará el nuevo campo de juego. En tan sólo 18 días, River sacó 5000 camiones con los 35 mil metros cúbicos de tierra que excavó. Esos camiones salieron sin cesar rumbo a una zona cercana a la Costanera habilitada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Además del césped, River le pidió a la empresa que se tenga en cuenta una posible subida del Río. Es así como el club definió que el campo se podía bajar, máximo, 1,80 metros y se trabajó en un sistema de contención de una subida del río de hasta 4 metros. ¿Por qué esa cantidad? Porque es el máximo registrado hasta la fecha: ocurrió en 1940. O sea, River dejará preparado su césped para el peor escenario posible conocido hasta ahora. Por eso, se instalará un sistema "robusto" de control de napa, constituido por caños de fibrocemente con ranuras. 

Un recorrido por el Estadio Monumental.

El nuevo césped no tendrá una base de arcilla. Eso no va más. Ahora, el césped del estadio Monumental estará compuesto por tres capas. Lo primero que hará la empresa será la colocación de una malla impermeable, sobre la que se montará una red de caños drenantes. Esto lo hacen para el control del agua que venga de arriba, es decir, la lluvia. Inmediatamente después vendrá la piedra drenante y geo-téxtiles, que es una especie de filtro que se pone para que sólo pase el agua y no la arena. Precisamente, la arena es la capa que sigue: 20 cm. Al final, otra capa de geo-téxtiles y un compuesto que se llama Turba. Ahí arriba, al empresa plantará recién el híbrido. 

La vieja composición del césped, la nueva composición del césped y en el frasco chico el resultado del híbrido (de derecha a izquierda)

Vale remarcar que ninguno de estos compuestos y componentes vienen del extranjero. River utilizará piedra drenante de Olavarría, arena que vendrá de Campana o Rosario y Turba de Tierra del Fuego. 

¿Qué generará el híbrido? Que la pelota ruede más rápido, que el césped no precise resembrado en ningún momento del año y hace que la raíz del césped aumente hasta tres veces su tamaño, fortaleciéndolo. 

Para esto, River instaló, dentro de las tres capas que formaran el nuevo suelo, un sistema de calefacción y refrigeración, para que todo el año se pueda usar la semilla invernal y no haya cambio de semilla según la época del año, un proceso que suele afectar el suelo en la Argentina.

El híbrido al detalle, con la extensión triplicada de la raíz.

"El que se pondrá es un híbrido que es más tecnológico que el Estudiantes o del de Athlético Paranaense", dice Mariano Taratuty, Gerente de Infraestructura del club. También, claro, más caro. Como parte de la obra, River importará temporalmente una máquina que, en una semana, hará el cosido de la cancha. Luego, el club adquirirá unas máquinas y capacitará a su ingeniero agrónomo y a la gente que trabaja en el cuidado del césped para la nueva superficie. 

Siempre, el 'Muñeco' resaltó que el campo de juego del Monumental no lo solía ayudar demasiado. El DT sabía que estaba esta chance de hacer la obra y la dirigencia que tenía que encararla. Cuando el factor tiempo estuvo de su lado, el club convocó al DT y le dijo que ahora había una buena ventana para hacerlo. El DT dio el "ok" y el club lo contentará así en un aspecto central, como lo es el campo de juego.

"Esto es como un River Camp a gran escala. Es un trabajo de equipo. Marcelo está al tanto de todo. Sabíamos de su necesidad de un mejor campo, siempre nos lo hacía notar, en conferencia de prensa o incluso en lo privado. Forma parte de una visión dirigencial atada a la visión del cuerpo técnico. Es un trabajo de equipo", destaca Taratuty, que agrega: "El campo de juego del Monumental hace décadas que está mal, no solo en los últimos años. Tomo dimensión lo mal lo que estaba ahora, porque tenemos un DT que nos lo mostraba domingo a a domingo. El estilo de juego que River juega necesitaba un campo de juego que no se inunde y que sea lo más rápido posible", define. 

Esta mega obra es, apenas, la etapa 1 del plan integral de obras que tiene River previsto. Bah, previsto es una forma de decir. La realidad es que ahora no se realizará ni el túnel único, ni se bajarán las tribunas. La "etapa 1" culminará en febrero, con el nuevo campo de juego, los baños nuevos de la San Martín y alguna tribuna más, además de la instalación de 1000 repetidores de señal Wi-fi para que haya conectividad en toda la cancha. La "etapa 2" no tiene fecha, y es la que terminará de cambiarle la cara al estadio.

Los taludes sobre los que se apoyarán las nuevas tribunas en el futuro.

¿En qué consiste? En construir las tribunas sobre los taludes que quedarán listos ahora. El club bajará las tribunas hasta las distancias que la FIFA recomienda: 13 metros detrás de los arcos y 12 en los laterales. ¿Un ejemplo? La cancha de Independiente tiene 14 metros entre la fila 1 de plateas y el césped. River quedará aún más cerca. El club aún no determinó si esas tribunas serán plateas o populares, ni tampoco le puso una fecha al inicio de la obra. ¿El motivo? "No está contemplada en el presupuesto actual", dicen desde el club, zanjando la cuestión. Cuando esta obra esté concluida, habrá un túnel único en la San Martín y River ampliará la capacidad de su estadio en, al menos, 12 mil personas.

La idea es que quede un estadio europeo, con capacidad para 80 mil personas. Esta etapa también incluirá el cambio de butacas íntegro de todo el estadio, ya que las mismas no cumplen las normas FIFA. Unas por ser de madera, las otras por no tener el respaldo. Es por eso que el club encarará ambos procesos juntos.

De todas maneras, se habla la necesidad que haya un momento económico más amigable, que, por ejemplo, permita una preventa de nuevos palcos o ubicaciones para solventar los gastos de la obra. River también especula con que con el césped a nuevo, la conectividad a tope, sean herramientas para que el Departamento de Marketing pueda echar mano a algunas herramientas de seducción y que parte de la obra sea financiada por sponsors o incluso, se llegue al "naming" del estadio.

Pero eso pertenece al futuro, lo que sí es parte del presente es que River tendrá un campo de juego a pedir de Gallardo. El césped quedará listo en febrero de 2021, para lo que será el inicio de la Liga Profesional y la Copa Libertadores 2021.