(De la redacción de DOBLE AMARILLA) El plantón del Centurión al Genoa tras la visita médica y previo a la firma, no le iba a salir regalado ni al San Pablo ni al propio jugador. Esa jugada irresponsable coronada con otro acto de indisciplina que lo dejó también fuera de Boca hizo que tuviera que volver al club de la Liguria casi que como dicen los italiano “in saldi” (de oferta).

Cuando Centurión volvió al país, los xeneizes iban a comprar el 70% de su pase al San Pablo en u$s 5.000.000  (aunque se dijo luego que el acuerdo era por u$s 4,2 millones al contado, algo que los brasileños no aceptaron) y además iba a pagar u$s 1,5 millón a Racing, dueño del 30% de la ficha. Pero su salida nocturna y un nuevo escándalo finalmente fulminó esa operación. 

Según informa la Gazzetta del Sport, a sabiendas de que las alternativas de Centurión no eran muchas (se habló de Lanús por 6 meses), el Genoa terminó pagando €3,5 millones, es decir u$s 4.500.000 dólares.

Las andanzas de Centurión y su representante tuvieron un resultado cantado: perdieron Boca, San Pablo y Racing, ganaron ellos y Genoa.