Una tensa calma se vivió ayer en los vestidores del Monumental de Victoria. De un lado, Carlos Tévez como entrenador de Rosario Central y del otro Mateo Retegui, el hijo del 'Chapa', enemigo número uno del 'Apache' luego de no sumarse al cuerpo técnico que encabeza el ex Boca. El delantero respondió en cancha y su padre lo festejó en la tribuna. 

Lo cierto es que desde hace varias semanas, el apellido Retegui se convirtió para el ex atacante del Manchester United en sinónimo de malos recuerdos. 

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Hace casi dos meses cuando Tévez preparaba su desembarco como entrenador del 'Canalla', el ex entrenador de Leonas y Leones confirmaba que continuaría al frente de la Secretaría de Deportes de la Ciudad de Buenos Aires. "Evidentemente la coyuntura del día a día hace que uno tenga que elegir y hoy mi compromiso con la gestión que lleva casi seis meses hacen que yo no pueda acompañarlo. Yo lo único que tengo son palabras de agradecimiento para Carlos y para su entorno, para todo" confesaba Retegui por aquel entonces. 

Esta decisión por parte de Retegui desató la furia de Carlitos que aseguró: "Fue desprolijo. Prefirió más seguir un compromiso político que con su sueño. No solamente faltó a su palabra a mí, a mis hermanos y mi familia, que fue lo que más me dolió. Fijate que antes de la conferencia hablé con él. Siempre tuvimos a Central en la mira. Me dijo vamos y agarramos" y sentenció: "El fútbol no es para cagones, es para gente que ponga el pecho".

Atento a esta enemistad ya manifiesta, Mateo Retegui fue consultado en la previa del duelo de su Tigre ante Rosario Central y confesó: "No pasa nada. Lo saludaré con todo el respeto que se merece porque fue mi compañero y después nada más" y luego aseguró: "Es un ídolo, pero bueno ahí está…" para luego sentenciar: "Problemas de grandes, yo no me meto"

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Lo cierto es que anoche Mateo se despachó con dos goles y una asistencia que le dieron a Tigre una solida victoria frente al equipo de Tévez y que desataron la alegría de su padre que lo miraba, como todos los fines de semana, desde la tribuna.