Los hinchas de Racing se hicieron dueños del Obelisco porteño anoche luego de varios sinsabores sufridos durante este año, al celebrar en el último partido de 2022 la obtención del Trofeo de Campeones con una victoria sobre Boca, en San Luis.

Mientras los jugadores viajaban de regreso con el Trofeo de Campeones en el avión, sus hinchas dieron rienda suelta a la alegría copando las inmediaciones de la Plaza de la República en la ciudad de Buenos Aires con gritos y cánticos que un par de semanas atrás habían sido propiedad justamente de los parciales de sus vencidos de hoy.

Y la imagen anoche pareció ser una ensoñación proyectada hacia el mes próximo, porque los alrededores del Obelisco se vistieron de celeste y blanco, lo que a muchos imparciales que pasaron por el lugar los llevó a entusiasmarse con ver esos mismos colores "el 18 de diciembre, después de la final del Mundial".

En tanto en San Luis el que no habló fue el director técnico racinguista, Fernando Gago, que le dio lugar a las palabras de sus dirigidos, justo el día que ganó su primer título como entrenador y nada menos que ante el club que lo vio nacer al mundo del fútbol.