En los anales del fútbol argentino hay una noche que siempre estuvo marcada con el negro de la vergüenza. En La Bombonera, Boca y Oriente Petrolero igualaron 0-0, un resultado deportivo extraño por el nivel de ambos equipos, pero que en aquel momento ese resultado sirvió para que River quede afuera de la Copa Libertadores 1991. 

Hoy, 30 años después, Diego Latorre, componente de aquel equipo de Boca, devenido en comentarista y panelista deportivo, reconoció presiones de parte de "La 12" que conducía José Barrita, el famoso "Abuelo" para que el Xeneize no gane: "¡Hay que dejar a River afuera, eh!", les dijo el Abuelo a referentes de aquel plantel. 

Latorre, en aquel entonces, tenía 20 años y recordó lo que pasó: "En la semana previa hubo algo con el Abuelo. Yo no lo sufrí tanto en carne propia porque me llamaba con un tono conciliador. Cada vez que jugábamos contra River o teníamos un clásico, levantaba el teléfono y escuchaba su voz: '¡Nene, mirá que el domingo hay que ganar'. Yo tenía 20 años, y le decía que sí", recordó.

En ese sentido, expresó que la previa contra el elenco boliviano fue distinta: "Ese era el Abuelo. Pero en este partido en particular, que fue un viernes, nos llamó el Abuelo, con un tono más allá del cordial, más allá de la sugerencia. Fue con un tono intimidatorio. 'Miren que el viernes hay que dejar afuera a River. Tienen que empatar porque si no se pudre todo'. Ese fue el mensaje. Ese partido ya íbamos condicionados. Yo puedo garantizar que Tabárez no sabía nada de nada. Es más, yo arranqué en el banco. Como el partido estaba trabado, me hizo ingresar para ganarlo", expresó Latorre.

En la mesa de Fantino, 'Gambetita' continuó: "La primera que toqué fue al palo. Yo sabía todo. Y me miraron. Entré para ganar el partido. Vino un compañero y me dijo: 'Nene, la puta que te parió. Quedate al lado mío, no te muevas porque te voy a cagar a trompadas'. Yo tenía 20 años. 'Nene, no te muevas'. Veníamos de momentos bravos. La 12 había entrado un par de veces al vestuario. No con armas de fuego, pero sí entraron a apretar. El domingo te pinchaban la rueda o llamaban a tu familia", rememoró.