Juan Cruz Komar fue el gran protagonista de la novela del último mercado de pases que acaba de finalizar. El ex defensor de Boca y Talleres contó, desde su punto de vista, cómo se dio la negociación que terminó con su llegada a Rosario Central.

"Para dar por finalizado el tema y no hablar más de él, hago esta publicación. En el video dejo muy claro mis razones y espero puedan verlo, pero básicamente lo que pasó fue cronológicamente esto", empieza explicando el central.

Tras esa aclaración, enumera todos los movimientos y el paso a paso de la negociación. Además revela sus charlas con Andrés Fassi, presidente de Talleres, y el momento en que decidió partir a Rosario.

"1-Central me busca, Fassi me pregunta qué quiero hacer, digo que deseo ir y me dicen que están dispuestos a venderme y van a hacer lo posible para que ambos clubes queden satisfechos.
2-Fassi hace todo lo posible para que no se dé pidiendo locuras (sumas de jugadores valuadas en 8M de dólares) y desilusionándome mucho.
3- Eso, sumado a un montón de cosas lamentables que pasan en el club, hacen que mi desmotivación sea total y no pueda seguir de ninguna forma.
4- Intento encontrar caminos para cumplir mi sueño y salir del club de forma tranquila hablándolo, pero mis manifestaciones no son respondidas.
5- Veo que no hay otra salida, que me siento colapsado y que en caso de seguir va a ser dañino para mi, el equipo y el club.
6- Tomo la decisión de irme en búsqueda de que se tome dimensión de la situación y valorándome como jugador y como persona.
7- En lugar de solucionar rápido la situación, como hizo con otros casos ante jugadores que también dejaron de entrenar, Fassi busca exponerme, dañarme y dilatar todo lo más posible ante la imposibilidad de que se haga lo que él quiere.
8- Finalmente cede y se llega a un acuerdo muy razonable, pero con un problema mediático enorme que podría haber evitado y que no hubiera pasado a mayores".

Para cerrar su posteo, Komar aclara: "En fin, parece que los jugadores nos tenemos que bancar todas y que no podemos tener deseos. Y que si nos engañan o nos quieren manejar toda la carrera, tenemos que hacer como si nada y responder como máquinas. 6 años estuve en Talleres entregando todo, incluso más de lo que me correspondía como jugador".

Finalmente, sentencia: "¿Cómo no me voy a querer ir a jugar al club del que soy hincha? Y encima por una buena venta que superaba cualquier otra oferta que haya tenido y que dejaba bien parado al club. Creo que hay que valorar otras cosas en la vida y en este fútbol donde todo se mueve por la plata (y a nadie le molesta eso) y los únicos que empujan con pasión son los hinchas".