Golpe y golpe. Uno tras otro. Todos van a la imaginaria cara de Newell´s. Múltiples problemas económicos, paro de actividades de jugadores y empleados, un dirigente apresado por una causa que estaría relacionada al narcotráfico y un DT que decide irse tras las diferencias insalvables con la dirigencia.

“Siento tristeza por lo que está pasando en la institución”, dijo Maxi Rodríguez, acaso el símbolo deportivo rojinegro de esta década. “No es normal lo que sucede. Siento tristeza por lo que está pasando en la institución. Acá lo único que se perjudica es el club. Nos tenemos que poner los pantalones largos y tomar conciencia. Hay que ser honesto y tirar para adelante”, disparó el capitán leproso, apuntando claramente a la dirigencia, que lejos de conciliar y tratar de poner paños fríos a la situación, echó nafta al fuego y con actitudes belicosas hizo apurar el paso de Diego Osella en el camino a su salida del club.

“Lo más fácil es hablar y criticar. Pero con mis compañeros entrenamos en una situación que no es la mejor, y no nos paran de golpear. De una vez por todas hay que poner los huevos donde hay que ponerlos”, dijo el mundialista, quien no aseguró que vaya a continuar en el club de sus amores.