(De la redacción de DOBLE AMARILLA) Los clubes con deudas están que arden. En los últimos días varios de ellos iniciaron charlas con Agremiados para ponerse al día demostrando voluntad de pago, pero se encontraron con diversas trabas por el lado de Sergio Marchi. No por la rigidez del sindicalista sino porque, aseguran, que no muestra ninguna voluntad para que el conflicto se resuelva antes del inicio del torneo.

“Marchi está jugado, quiere estirar el conflicto. Sabe que está desacreditado en sus bases y necesita tensar el conflicto. El está jugando su propio partido y quiere ponernos de rehenes a los clubes”, cuenta a Doble Amarilla el presidente de un club del interior que pide el off para evitar represalias.

Pero cómo,¿Marchi no busca la solución? Uno de los pocos que habló en on fue el presidente de Banfield, Eduardo Spinosa. Junto con Olimpo, Chacarita, Argentinos Juniors, Huracán y Newell´s, uno de los clubes sindicados como deudores y con riesgo de no arrancar el torneo ante las ultimas medidas acordadas entre AFA, Marchi y La Superliga. En declaraciones a Tyc Sports, Spinosa denunció que Agremiados pone trabas para que el club se ponga al día. Así de directo.

“Banfield vendió jugadores al exterior. Con el dinero que entró por Cecchini lo primero que hice fue sentarme con Agremiados y el mismo día Banfield transfirió el dinero a sus jugadores”, dijo Spinosa. Ademas, relató que respecto a la deuda con jugadores que reclamaron a Agremiados el sindicato se encarga de demorar el arreglo. “Primero nos pasaron una liquidación mal hecha con $500.000 de más y es el día de hoy que no nos pasan el CBU para abonar. Tomamos una decisión y vamos a dejar estar tarde en una escribanía los cheques certificados a disposición para que quede claro que nosotros queremos pagar”, dijo el mandatario banfileño.

Por ahora, fue el único que lo dice en on, pero son reiteradas las quejas de los presidentes con Marchi. De los clubes sindicados como los más deudores hay otros que ya se pusieron al día según admiten los propios jugadores, mientras Marchi dicen que son deudores de todo.

¿Pero qué pasa entónces? Marchi sabe que no está en su mejor momento. En AFA lo miran de reojo y en la Superliga cursan diplomacia pero no le creen. Además, es muy cuestionado por sus bases que en su momento empujaron a Tévez para que tome ese lugar y hoy ven con buenos ojos a Orión y a Romagnoli. El Turco tiene claro, además, que la creación de un nuevo gremio está latente. Sólo alcanzaría con un ok del ministerio de Trabajo, algo que el propio Mauricio Macri empujaría. Es más, en su momento, el mandatario ya dio un nombre para encabezar ese sindicato: Raúl Cascini. 

Todo este combo, creen en AFA y Superliga, hace que Marchi haga la jugada clásica para hacer crecer su figura: tensar el conflicto al máximo y aparecer con la llave que destraba todo. En el medio, el inicio del campeonato. ¿Habrá guerra con la Superliga o calmarán las aguas? Mientras, otra bomba le hace tic-tac muy cerca de Marchi. Sabe que en los próximos días podría haber novedades desde el juzgado de Servini de Cubría que investiga la aparición de  u$s 2,3 millones que fueron encontrados en las arcas de la Fundación el Futbolista. Las noticias no serían nada buenas.