(De la redacción de DOBLE AMARILLA) El Ministerio de Salud y el Gobierno Nacional expresaron que el mayor pico de contagios en Argentina se daría en el mes de junio. En primera instancia el punto alto se esperaba para mediados de abril, luego para mayo, pero todavía no existieron bajas temperaturas, que son las que potencian el riesgo del coronavirus. Ante esto, al fútbol argentino se le corrió el arco y la incógnita por su regreso se acrecienta. 

El ministro de Salud, Ginés González García, expresó que "no estamos ni cerca de que vuelva el fútbol" y que hoy por hoy, dadas las circunstancias, no es una prioridad. El Gobierno, si bien se suma a la visión "sanitarista", ya está poniendo en marcha la creación de un protocolo para que regresen los entrenamientos. Eso sí, tendrá que ser cuando pase el pico, que está previsto para fines de junio.

En el medio de estas dos visiones que marcan la brújula del país, están los médicos infectólogos y deportólogos, atentos a las situaciones y en muchos casos prestando servicios y arriesgando su salud para salvar otras vidas. Doble Amarilla realizó un informe exclusivo con las voces de varios referentes médicos.

"El jugador es un problema porque es deporte de contacto, es difícil tener distanciamiento social jugando. Hay una serie de cuestiones que hacen difícil la vuelta porque hay que controlar la circulación del virus y por el contacto, como lo son los vestuarios y los entrenamientos", expresó Daniel Stecher, jefe de infectología en el Hospital de Clínicas. 

La Asociación del Fútbol Argentino también es protagonista en esta pandemia y acondicionó parte de sus instalaciones para poder atender a personas infectadas de COVID-19. Además, la Casa Madre aclaró que su regreso al fútbol será únicamente cuando Salud y el Estado lo permitan. En estas líneas habló con este medio Donato Villani, médico de AFA: "El Gobierno Nacional está llevando muy bien la situación, es para felicitarlos. Hay que aceptar lo que ellos dicen, no hay segundas interpretaciones o deseos. Lo que hay que entender es que en estos momentos no sirven las cuestiones sectoriales o individuales".

Más allá del acatamiento a las órdenes, Villani no negó que se está diseñando un protocolo con ideas que tienen origen de la OMS, FIFA y Conmebol. "¿Es conveniente que concentren o no? ¿Los grupos de entrenamiento deben ser de tres, cuatro o cinco personas? ¿Con qué se desinfectan los vestuarios? ¿Es conveniente que se bañen en sus casas? Estas son algunas de las preguntas y que no podemos responder sin la presencia de un infectólogo", expresó.

Especialistas de la salud explican porqué no creen posible que el fútbol vuelva antes de septiembre

Siguiendo esta línea, Doble Amarilla habló con varios profesionales de infectología como son Ricardo Teijeiro, integrante de la Sociedad Argentina de InfectologíaGabriela Piovano y Lautaro de Vedia. También hablaron deportólogos como Norberto Debbag.

"Por ahora, ni se puede pensar en hacer partidos de fútbol con conglomerado de gente o que se junten en un vestuario. Todos imaginamos entre septiembre y noviembre como el fin de esta situación, pero uno no sabe cómo va a ser la situación viral. En algún momento el fútbol va a regresar, incluso sin la posibilidad de una vacuna. Una vez que se reduzca la tasa, podría regresar. Lo único claro es que el último sector en flexibilizarse es el del público. No hay manera de que haya gente en la cancha hasta nuevo aviso", expresó Teijeiro.

El problema son los plazos, lo que mayor preocupación genera en los dirigentes, dado que la industria se frena, pero los gastos y las salidas continúan. "El hecho de ver fútbol implica una 'incitación' a la reunión, porque la gente se reúne a ver partidos, y hay antecedentes de reuniones incluso ahora en cuarentena, donde se produjeron contagios, como la fiesta de Berazategui del fin de semana. Tenemos estas demostraciones que aún en esta cuarentena la gente no cumple y sigue haciendo reuniones, el virus circula y hay que tomarlo con seriedad", explicó Piovano.

Aunque es cierto que todos proyectan con muchas expectativas a septiembre como el mes del retorno, la intención es que anteriormente haya una pretemporada. Las mismas suelen ser de 15 o 20 días, necesarias para poder contrarrestar el mes de vacaciones de los futbolistas. ¿Y si hay más de un mes de inactividad?

"Yo estuve realizando un protocolo para Atlanta y nos guiamos por las medidas de Conmebol y FIFA, con mucha precaución. El problema es que, si bien las indicaciones son buenas, no todos los clubes tienen las mismas condiciones de infraestructura para poder hacer un buen desarrollo de entrenamiento", dijo Debbag. A su vez, habló de la postura del jugador y su posible temor a competir y ser contagiado: "Sería normal que los jugadores tengan temor, algunos van a ser más susceptibles que otros por el miedo al contagio. Es normal, somos humanos y a todos nos pasa. Ahora bien, en cuanto al entrenamiento, a un mes de vacaciones se corrige con 15 días de pretemporada. Pero si son dos meses, se duplica, y así sucesivamente. Lo que se pierde es la potencia, la velocidad, lo receptivo y hasta lo técnico".

Supongamos que el fútbol regresa en el mediano plazo y los jugadores tienen la habilitación para entrenar. ¿Cuáles serían las medidas sanitarias que deben tomar para evitar al máximo el riesgo de contagio? ¿Deben concentrar todos juntos? ¿La pelota puede ser un factor de contagio?

La mayoría de los infectólogos coinciden en que la pelota no desencadenaría contagios, pero sí los trotes a poca distancia entre jugadores y los roces comunes en una competencia.

"No se me ocurre que la pelota sea transmisora del virus, porque el contacto no sería directo, no entra a través de la piel el virus sino a través del contacto con la mano y eventualmente cuando me toco la cara", opinó De Vedia.

Por último, Villani habló de la situación inédita que vive el mundo y los profesionales de la salud: "Estamos aprendiendo sobre la marcha. Esto es ahora y se va aprendiendo, por eso están los investigadores. Además tenemos que aprender sobre la exposición, porque estamos teniendo una guerra con un tipo que no lo ves. Es un virus desconocido, que no tenemos bien clara su formación. Es dificilísimo esto".