La mala racha de Independiente como local no tiene fin. Por una mala definición, un error arbitral o un mal partido del equipo, el Rojo termina empatando o perdiendo en el Libertadores de América y en la dirigencia ya hay quienes empiezan a creer que se trata de algo extrafutbolístico.

El último partido oficial que ganó Independiente como local fue el 4 de diciembre, contra River Plate, por 1-0, cuando todavía el entrenador era Gabriel Milito. De las últimas doce presentaciones, esa fue la única victoria y además empató ocho veces y perdió tres. En lo que va del 2017, el Rojo jugó cinco veces en su casa y empató en todas sus presentaciones, por eso desde la dirigencia contactaron al padre Gustavo Ercolino para "limpiar de las malas energías" al estadio, algo que años atrás hizo Racing con el Cilindro.

Aunque la intención era no caer en el mismo recurso que el rival de toda la vida, entre los directivos de Independiente cobra cada vez más fuerza la versión de que hay que exorcizar la cancha para cortar con la mala racha y que por fin el equipo de Holan pueda regalarle una victoria a los hinchas.