El sábado intenso que vivió River con los 15 positivos de coronavirus, fue un contexto que Boca intentó neutralizar con un programa de actividades que apuntó a la tranquilidad epidemiológica para su plantel y dos charlas motivacionales por parte del cuerpo técnico liderado por Miguel Ángel Russo.

Sin comunicación con la delegación de River a nivel de planteles o cuerpos técnicos, se dejó abierta la posibilidad para que sólo se establezca un puente de contacto a nivel dirigencial si Jorge Amor Ameal o Juan Román Riquelme así lo determinaban.

Según pudo averiguar Doble Amarilla este diálogo no existió directamente sino a través de la Liga Profesional cuando a media tarde surgieron algunos rumores sobre la posibilidad de suspender o postergar el encuentro, que rápidamente quedaron descartadas.

La intención de mantener una noche tranquila se mantuvo en el hotel Intercontinental y esta mañana con mate individual, Leandro Somoza -acompañado de Mariano Herrón- fueron los encargados de realizar pequeñas charlas en grupo donde se hizo más hincapié en el aspecto anímico que en el futbolístico.

Un almuerzo temprano fue la antesala de un descanso previo a una última charla prevista para antes del corto viaje desde el hotel hasta la Bombonera. El foco de Leandro Somoza está en el rol protagonista que debe asumir Boca más allá del once rival y del importante valor que puede tener para este año una actuación convincente con triunfo ante River.

Miguel Ángel Russo tendrá, por último, la tarea de refrescar los conceptos tácticos para un superclásico que definirá mucho más que un pasaporte a San Juan para disputar las semifinales de la Copa de la Liga Profesional.