Huracán tuvo una noche redonda este martes en Parque de los Patricios, donde al vencer por 2 a 0 a Platense no solamente alcanzó el tercer puesto en el campeonato de la Liga Profesional a una fecha del final, a tres unidades del líder Racing Club, sino que además alcanzó la posición de Gimnasia y Esgrima La Plata, el último equipo que se está clasificando para la Copa Libertadores 2023.

Claro que no todo fue tan sencillo para los dirigidos por Diego Dabove en el primer tiempo, porque Platense le respondió a cada ataque con la misma ambición, por lo que en ese ida y vuelta los riesgos estaban tan latentes como los beneficios.

Pero lo que no podía el "Globo" ante su ululante e ilusionada parcialidad lo consiguió un jugador visitante, curiosamente el más experimentado y de mayor trayectoria, Mauro Zárate.

El ex Vélez Sarsfield y Boca Juniors tuvo justamente una acción de juego impropia de esas condiciones mencionadas al tomar el balón unos 10 metros fuera de su propia área y extrañamente empezó a gambetear hacia el medio y para atrás, de izquierda a derecha, hasta terminar al borde del área chica donde perdió la pelota ante Matías Cóccaro y no le quedó otra que cometerle falta penal al uruguayo.

De la sanción se hizo cargo otro ex Boca Juniors como Franco Cristaldo, que clavó el balón en el ángulo superior izquierdo del arco defendido por Marcos Ledesma, que se lanzó hacia el otro lado.

Ese tanto de Cristaldo no solamente lo afirmó en el segundo lugar de la tabla de goleadores con 14 tantos, cinco por debajo de Mateo Retegui que hoy hizo los dos de la victoria de Tigre sobre Central Córdoba, en Santiago del Estero, por 2 a 1, y tres por encima de Enzo Copetti, que señaló el del triunfo por 1 a 0 de Racing en Lanús, sino que además es el primer jugador en 22 años en anotar ocho penales en un campeonato.

El anterior futbolista en registrar esa marca fue el defensor de Gimnasia y Esgrima La Plata, Ariel Pereyra, en el torneo Apertura de 2000.

Esa felicidad de Cristaldo al finalizar la primera etapa contrastó con la desazón mezclada con enojo de Zárate, quien recibió los reproches de sus compañeros, especialmente de los marcadores centrales Ramiro González Hernández y Gastón Suso, lo que llevó al director técnico Omar De Felippe a reemplazarlo por otro experimentado como Gonzalo Bergessio en ese mismo entretiempo.

Ese mazazo pareció afectar en grado sumo a Platense, que se mostró sin reacción en la segunda etapa, incapaz de generarle inquietudes a Huracán en pos de aspirar a un empate con el que había merecido irse al descanso.

La ubicuidad de Federico Fattori y la prodigalidad de Benjamín Garré por el costado derecho del ataque huracanense generaron las mayores ovaciones de la noche de Parque de los Patricios.

La otra oportunidad llegó sobre la media hora cuando Diego Dabove ya había decidido el cambio de Cóccaro por Enzo Luna y cuando este iba a ingresar justo con un tiro de esquina a favor, el técnico lo frenó hasta que se efectuara ese lanzamiento.

Se nota que el entrenador ex San Lorenzo está angelado, porque de ese tiro de esquina llegó el cabezazo goleador del uruguayo para sentenciar la historia y desatar definitivamente la euforia de los hinchas del "Globo", que terminaron pidiendo por un triunfo en el próximo fin de semana en Paraná ante el descendido Patronato, "cueste lo que cueste".

Es que con chances matemáticas de pelear por el título al menos en un desempate con Racing, la pelea final es con Gimnasia por ese último espacio en Libertadores, aunque los platenses tienen que jugar seis puntos (el pendiente con Boca del jueves y el último con Talleres, en Córdoba) y Huracán solamente ese con los entrerrianos.

Para Platense, con el objetivo alcanzado de conservar la categoría, quedará la despedida ante su público en Vicente López frente al peor equipo del año, Lanús.

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