(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Rodolfo D’Onofrio sabe que no va a poder frenar el reclamo del jugador, y que más temprano que tarde, la FIFA terminará habilitando a Lucas Alario a jugar para el Bayer Leverkusen. El presidente de River también sabe que todo recurso legal que intente llevar adelante, caerá en saco roto. River no tiene como defenderse. 

¿El motivo? En el último tiempo se ha vuelto habitual en algunos casos poner un inciso en los contratos de los jugadores estrella de cada equipo que marca que “la cláusula de recisión no puede ejercerse una vez iniciado el torneo local en el que participa el equipo que cuenta con el jugador”.  Según comentan fuentes oficialistas y opositoras, los abogados de River habrían omitido poner ese detalle en el contrato. Un especialista en derecho deportivo consultado por Doble Amarilla confirmó que el contrato de River con el delantero no tenía esa normativa, lo que deja expuesto a River a que le pasara lo que finalmente le pasó: que aún con el torneo comenzado, Alario se vaya a Alemania. 

Más allá de que hay una interpretación del reglamento que indica que un jugador no puede salir del club unilateralmente ir por la cláusula de recisión una vez iniciada la temporada oficial de su equipo, este punto debe estar “escrito plausiblemente en el contrato”, indica un reconocido letrado en derecho deportivo. 

El especialista consultado por Doble Amarilla asegura que si River se aferra al Artículo 16 de la regla, que habla de recisión unilateral, no va a tener eco en el reclamo, “ya que no se considera recisión unilateral cuando se ha ejercido la cláusula de salida que ya estaba acordada entre partes al firmar el contrato”. Se trata de una discusión jurídica que llevaría a River a perder el reclamo ante la FIFA. Por eso, la importancia de haber contado con el inciso en el contrato (hoy se hace en muy pocos casos) que le hubiera puesto coto a Alario para ejercer la cláusula cuando él o el virtual equipo comprador lo quisiera. Cuando descubrieron la ausencia de ese apartado en el contrato, ya era demasiado tarde.