Confeso simpatizante de River, club del que surgió como futbolista a principios de los 90 y con el que llegó a ser Campeón de América en 1996, Pablo Lavallén vive horas especiales.

De buen pasar con su Atlético Tucumán a pesar de la eliminación de la Copa Libertadores, ahora debe enfrentar a River en el partido postergado de la Fecha 22 y se convirtió así en juez del campeonato.

Eso derivó en sugestivos comentarios que hablan de incentivación de parte de Boca hacia los jugadores tucumanos, y además "a mí me llegaron a mandar mensajes de que saben dónde vive mi familia, a que colegio van mis hijos. Lógicamente, como acto de cobardía, después los borran, pero las redes sociales tiene eso. Fue en estos días, en atribución de que vamos a darle una mano a Boca", sostuvo el DT, denunciando públicamente las amenazas sufridas.

En declaraciones a diversos medios Lavallén no ocultó su simpatía por River, pero dejó en claro que se trata de un profesional que va a defender los colores de la institución que le da trabajo.