Según la Real Academia Española, uno de los significados de ‘líder’ es "toda persona o entidad que va a la cabeza entre los de su clase, especialmente en una competición deportiva". No obstante, me voy a concentrar en otra de las acepciones de la palabra que dice que es toda “persona que dirige o conduce un partido político, un grupo social u otra colectividad”. Partiendo de esto, podemos decir que un plantel de fútbol, en este caso, es un espacio social. Porque, al fin y al cabo, son un grupo de personas que tienen un mismo objetivo.

Pero... ¿Un líder nace o se hace?. Partiendo de esta retórica, la semana pasada fue especial para entender los tipos de liderazgo. O, por lo menos, empezar a comprenderlos. ¿Existen líderes negativos y positivos? Claro. ¿Los vemos a diario? También. Darío Benedetto nos demostró, o por lo menos a título personal, que no se necesitan años dentro de un vestuario con los mismos compañeros. Llegó a principio de año y se calzó el overol de referente. Esto dio a entender el "Pipa" cuando bancó públicamente a Sebastián Battaglia en la decisión de separar tanto a Agustín Almendra como a Alan Varela, ambos por casos de indisciplina.

"Hay que respetar al entrenador y a los compañeros siempre. Agustín (Almendra) nunca entendió la camiseta que tenía puesta, con él no hay vuelta atrás", apuntó el atacante de Boca en la llegada a la concentración en Córdoba, en la previa de la Copa Argentina. Y agregó: "Estamos tranquilos. Son cosas que iban a pasar, no daba para más. Bancamos a muerte la decisión del entrenador y del Consejo. La decisión es la correcta. Tenemos un grupo humano muy lindo".

"Hablamos muchas veces con Almendra, ya hubo otros problemas y había que cortarlo de raíz. Le sobra nivel para jugar pero no mentalidad, trataron de ayudarlo y no lo aprovechó", insistió. "Les tiene que quedar claro a los juveniles que la camiseta de Boca es grande como para estar de joda", advirtió.

Está a las claras que son declaraciones dignas de un líder. No juzgo, acá, si es positivo o negativo. Simplemente un líder. De alguien que llegó hace poco tiempo y busca ganarse el respeto de sus pares dentro del grupo social. O del plantel. O del resto de los individuos que forman parte del mismo vestuario. De un Benedetto que trabaja para él, sin dudas. Para ser la cabeza de un Boca que debe cambiar el chip. Que necesita referentes que estén a la altura de las circunstancias. Y, sobre todo, de la historia. Atrás quedaron los Riquelme, los Palermo, los Battaglia (jugador) o los Schiavi. Es un Boca distinto que, con sus defectos y virtudes, hoy tiene como líder (el tiempo dirá si negativo o positivo) al ex Arsenal. 

En la vereda de enfrente, Leo Ponzio. El "León" se fue por la puerta grande de River y con el mote de líder. Y tampoco juzgo qué tipo de líder. Lo cierto es que cumplió, para muchos de sus compañeros, un rol de padre.

"A Jorge me acerqué mucho porque conozco a la familia y porque veía que es de lo que tenés que acercarte y mejor meterle una buena patada en un entreno y no putearlo en un vestuario", confesó cuando se le consultó por Jorge Carrascal. Y agregó: "Veía que él es de los diferentes y necesita de esa confianza para dar lo que él tiene adentro. Tiene mucho para dar. Yo estaba muy arriba de él en el buen ámbito, y además me respetaba mucho".

Tweet de Facu López

Y sucedió un hecho similar con Federico Girotti, al cual "veía que había que hablarle pero fuera de la cancha. Son pibes muy abiertos y muy inteligentes. Y un día me vino a preguntar por un auto, si yo prefería ése u otro auto. Y le dije 'mirá el estacionamiento nuestro. Mirá con quién está este, éste y éste. Decidí vos'. Yo puedo tener una Ferrari en mi casa, y después para comer qué? ¿Tengo que sacarle cosas a la Ferrari para comer? Yo me equivoqué de chico también, eh... Por eso en estas cuestiones, cuando te preguntan, decís: 'No, mirá, me parece que te tenés que fijar los tiempos, tener algo para seguir creciendo o tener más para empezar a caer'", confesó.

Al igual que el "Pipa", las declaraciones del ex volante del Millo también son dignas de un referente. Leo fue una voz autorizada dentro del vestuario que comanda Marcelo Gallardo. De un River que, al igual que Boca, también necesita líderes. En algún momento fue Labruna, más acá en el tiempo vino el "Enzo" y, en la última década, sin dudas, fue Ponzio

Unos y otros, de un lado y del otro. El concepto, el mismo. Los protagonistas de la historia, antagónicos. Algunos creen que se trata de un 'don especial'. Otros aseguran que se va 'moldeando' la personalidad. Entonces... ¿Un líder nace o se hace?